Hace algún tiempo que no veo Cuevana. Mis últimos intentos fueron después de la caída de Megaupload, cuando (escarmiento mediante) la mayoría de los proveedores de almacenamiento eliminaron muchos contenidos con derechos. Adiós House. Adiós The Wire. Es decir, a lo poco que un padre de familia joven (digo, la joven es la familia, los hijos) puede aspirar a ver en algún rato robado a las horas de sueño. Y lo que padece Cuevana, lo sufren todos sus clones.
Mientras HBO, Telefe y Turner (y la Justicia internacional) persiguen a los pibes que suben películas a Internet (a los pocos pibes que logran identificar y a los que les decomisan comprometedores CDs con copias truchas -lo siento, a mi me producen cierta ternura-), y una gran parte de la audiencia se queda sin «plan audiovisual»… Aquí les dejo una infografía que produje hace un par de meses y que Belén Tassino transformó en un lindo cuadro de doble entrada.
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