En su extenso e intenso trabajo de producción del exitoso y necesario libro «La Cámpora» Laura Di Marco tuvo la generosidad de incluir esta clasificación mía de los medios de comunicación kirchneristas (nada nuevo, a escala local ya lo habían visto en Santa Cruz los que no cerraron los ojos).
Sobre la base de ese texto, y a con ocasión del desembarco del empresario Cristóbal López en los medios que creó Daniel Hadad, armamos en La Nación esta infografía, que tiene su versión interactiva. Sospecho que pronto tendremos que enriquecerla con más «globitos» a cada lado de la «cruz»: medios estatales, medios privados adictos la pauta oficial (léase: condicionados), medios de contratistas del Estado (famoso subsidio cruzado) y medios del tercer sector (afín o económicamente dependiente, lo que podría ser una redundancia).
La red de medios K no es para que «hablemos todos», como nos prometieron cuando se debatió la ley de medios, sino para que sólo hablen «ellos» o los que «ellos» dejen hablar, como ya sucede en la llamada Televisión Pública, por ejemplo.
qué bueno!! asi lograremos estar a la misma altura que los medios cómplices genocidas y a los idiotas que los defienden
ME PARECE INADECUADA TU RESPUESTA, YA QUE UN MONOPOLIO, SEA PRIVADO O DEL ESTADO, ES LA MISMA MIERDA.
el estado tiene que defender los intereses de la nacion y asi como tiene el monopolio de la seguridad, la educacion y la asistencia a los mayores, debe tener la cobertura mediatica para hacerlo saber al pueblo. clarin, por ejemplo utiliza su poder en intentar destruir todo lo hecho por el gobierno, por lo cual no creo que todo seas la misma mierda como decis.
El Estado es la sociedad organizada. Todos somos el Estado, el Gobierno es el administrador del Estado. Los medios estatales no son gubernamentales (la estatal BBC británica ni siquiera puede aceptar publicidad del gobierno, por ejemplo). Y mucho menos deberían ser medios del partido gobernante. Y menos aún, medios de una facción del partido gobernante, como vemos en la Argentina de hoy (678 es eso). Los medios privados (los realmente privados) se sustentan con sus propios recursos. El periodismo está para investigar e informar sobre temas de interés público y del público. El destino de los fondos públicos es un tema de interés público, por ejemplo. Si Clarín u otro medio informa sobre la posible corrupción en la compra de la ex imprenta Ciccone no está «intentando destruir todo lo hecho por el gobierno» sino que está cumpliendo con lo que se espera del periodismo acá y en cualquier país democrático. Dilma Russeff, presidenta de Brasil, ya perdió la cuenta de los ministros que despidió (al menos cinco) por casos de presunta corrupción denunciados por el periodismo y sin embargo en ningún momento se le escuchó decir que el periodismo brasileño la quiere destruir. Hay que dejar de mirarse el ombligo, repasar lo que pasó cuando los gobiernos (dictatoriales o democrácticos) intentaron manipular los medios y dejarse se teorías conspirativas insostenibles. Sobre esto escribí en varios posts, aquí uno de los más recientes https://mediaandentertainmentobservatory.wordpress.com/2011/10/16/disparen-contra-el-periodismo-profesional-%C2%A1y-que-no-quede-ni-uno-solo/ Gracias por comentar.