En la última reunión de directorio del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) hubo caras largas. Y alguna referencia a este periodista, que un día antes pudo dar algunos de los detalles que constan en el expediente del concurso de LR1 AM 1070. Los cinco oficialistas, todos mandados a votar por sus jefes políticos, dieron la mayoría necesaria para aprobar las actuaciones y derivar a la siguiente posta: el decreto de adjudicación que debe firmar el presidente Alberto Fernández en los próximos días. Los dos opositores tuvieron que consensuar su voto en contra, que no estuvo asegurado hasta el final (pudo haber sido la abstención del radical santafesino José Corral, que responde al presidente del partido, el gobernador jujeño Gerardo Morales).
De las averiguaciones que pude hacer para aquella nota en La Nación y algunas charlas posteriores a su publicación, puedo decir que hay al menos cuatro motivos que llevan a pensar que el concurso está amañando:
1.- La anulación del concurso anterior, que Navarro perdió con otro oferente -igualmente kirchnerista-. Según pude saber, tras ese primer concurso, el Enacom tenía listo el borrador de decreto que estaba siendo trabajado con Presidencia para su publicación en el Boletín Oficial. De haber avanzado, Radio Cooperativa, la emisora de Adrián Amodio, que tantos y tan buenos servicios dio a Luis D’Elía y Hebe de Bonafini (a quienes les prestó asistencia para montar sus respectivas radios, Rebelde y De Las Madres), habría sido coronado con el premio de la frecuencia propia. Enfermo, Amodio se quitó la vida antes de ver esos avances, que fueron continuados por su sobrino Martín Leandro Cigna. Así, la puja quedaba entre dos kirchneristas y ganaba el que más extensa e intensamente había hecho su aporte militante. Pero cuando todo estaba listo para otorgar la licencia a Cigna, alguien se dio cuenta de una incompatibilidad: el hombre era funcionario del Inaes, el instituto que gestiona justamente las pol´´íticas para las cooperativas. Y la ley de medios es clara: no se pueden otorgar licencias a funcionarios, ni directa ni indirectamente. Con ese argumento, impugnado en la Justicia por Radio Cooperativa -representada por el abogado Alejandro Pereyra, ex director del Enacom durante el macrismo-, aquel primer concurso fue declarado nulo y todo arrancó de cero.
2.- El tercer oferente, aparentemente conchabado. Sólo dos directores del Enacom me respondieron consultas luego de la votación en el directorio. Una fue la opositora Silvana Giudici, que hizo público su rechazo. El otro, escueto, fue el kirchnerista Gustavo López (el mismo que publicó en Clarín una columna en mi contra que debería haberle dado vergüenza a él y al editor que la dio sin leerla). Esta vez, López (el mismo que pidió a los cableoperadores cortar la transmisión de Crónica TV y otras señales de noticias durante el estallido y la represión de diciembre de 2001) me explicó muy escuetamente que el concurso fue aprobado por las áreas técnicas internas del Enacom y convalidado por la mayoría del directorio. Derivó la responsabilidad y no me respondió la repregunta sobre el tercer oferente. Es que en el concurso (el segundo que se realiza para LR1) tuvo tres presentaciones: la de El Destape Radio SA, la de Producciones Pope SRL y la de la Cooperativa de Trabajo Radio Cooperativa Ltda. Pero resulta que Pope parece ser el propio Navarro si se tiene en cuenta que está integrada por el hijo y las esposa del “dueño” de AM 1050 Radio Güemes, emisora que retransmite la actual programación de FM El Destape 107.3 y que en el kit de prensa presentado ante el Enacom se dice que integra el “grupo El Destape”. El Enacom tiene más de 1000 empleados. Sus directores tienen unos cuantos asesores. ¿Cómo es posible que un simple periodista, googleando, encuentre y confirme ese dato? Práctica habitual: el tercer oferente es de plástico para simular una competencia que no existe.
3.- La abogada bien conectada en el oficialismo y en la línea del organismo. La apoderada de Navarro es Susana Pachecoy, esposa del hasta hace poco director de relaciones institucionales del organismo, Luis Lazzaro (ex Afsca, ex Comfer). Lazzaro y Pachecoy conocen los entresijos del ente, su línea de funcionarios y probablemente sepan también cómo obtener logros en esa burocracia que, aunque mayormente peronista, tiene cierto grado de independencia ante los funcionarios de turno (algo de lo que se jacta la aristocracia vitalicia estatal). En el pasado, el matrimonio ya fue denunciado por tráfico de influencias. Esta vez Lazzaro no estuvo en el organismo porque fue eyectado semanas antes, tras el escándalo de haber ido a trabajar estando contagiado de Covid 19. Un pecado sanitario grave, especialmente para el gremio que en ese momento se resistía a volver presencialmente a los edificios de trabajo (si no conté mal, ya son tres las casas del Enacom en la Capital Federal). Pachecoy es más kirchnerista que los sobreprecios de la obra pública (cfr Los cuadernos de la corrupción), vinculada al partido de la ley de medios a través de su marido (que tiene un libro «académico» sobre el tema, La batalla de la comunicación) y de otros referentes. Habría que verificar si el hecho de ser en Chaco directora de un instituto afiliado al ISER (escuela del Enacom) no es incompatible con las funciones de abogada que representa a clientes con gestiones ante el mismo organismo. Eso, además del posible tráfico de influencias mientras coincidió su trabajo “externo” con las tareas “internas” de su marido.
4.- La antena que parece estar lista para emitir. Se ve desde la autopista, Buenos Aires-La Plata, es bajita y parece recién instalada. Da la impresión de estar en la dirección informada en el expediente: Las Flores s/n, Avellaneda. Es la antena transmisora desde la que saldría la señal de la AM 1070, con todo el frente costero bonaerense limpio en el horizonte. Hacia el Norte, la Casa Rosada, el Instituto Patria, el microcentro gubernamental, la residencia de Olivos. Y hacia el sur, la fortaleza electoral del conurbano empobrecido. Sólo La Matanza queda un poco lejos y con múltiples obstáculos para una antena tan baja. Sin ir más lejos, el populoso barrio de torres soviéticas Complejo Habitacional Wilde y el Nuevo Quilmes, donde tienen residencia varios de los jerarcas peronistas del sur del gran Buenos Aires. Si esa que se ve desde la autopista fuese la antena de Navarro, cuyas características técnicas describe en el expediente el ingeniero Néstor Gerardo Aguirre, significa que ya se había empezado a levantar antes de ganar el concurso.
Que el propio Navarro, hombre de verba inflamada, no haya explotado ante la difusión del expediente, y que tampoco lo hayan hecho sus empleados -más explosivos que él en redes-, da indicios de que en la coalición oficialista no hay consenso sobre la decisión. Y que el flamante ganador del concurso prefiere no levantar la cabeza para que no se la corten. Hoy necesita de todos los sectores de la coalición: el massismo del presidente del organismo, Claudio Ambrosni; el ultrakirchnerismo de López, vicepresidente (con línea directa hasta el Instituto Patria); el albertismo-cafierismo residual, en el voto del abogado salteño Gonzalo Quilodrán y de la profesora sanisidrense Ma. Florencia Pacheco; y el del peronismo de los gobernadores, del pampeano Alejandro Gigena. Personalmente, intenté dos veces tener una respuesta del propio Navarro sobre su proyecto pero el animador no respondió los mensajes.
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