En una reunión extraordinaria realizada hoy sábado 18 de enero, el Consejo de Administración de Telefónica relevó al presidente y CEO de la empresa José María Álvarez-Pallete y lo reemplazó por Marc Murtra, hasta ahora CEO de Indra, otra tecnológica global de origen española.
El movimiento fue impulsado por el gobierno socialista que encabeza Pedro Sánchez y que controla el 10% de las acciones del holding a través de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), empresa estatal que depende del Ministerio de Hacienda. La SEPI es recordada en Argentina por haber participado de la privatización de Aerolíneas Argentinas a través de Iberia y transferir la empresa aeronáutica al consorcio turístico Marsans, operación que terminó en la reestatización de la firma aérea.
En mayo de 2024, ante la posibilidad de que Telefónica fuera controlada por el grupo saudita STC, la SEPI desembolsó unos 2100 millones de euros para ingresar en el capital de Telefónica, que tiene una fuerte presencia en América Latina, donde es líder en el mercado brasileño. STC fue autorizado por el mismo Estado español a controlar el 9,9% del paquete accionario (actualmente tiene el 4,97% y una opción a otro 5% mediante instrumentos financieros). El total de esa operación ascendería a 2100 millones de euros. STC es propiedad del Fondo de Inversión Pública del Reino de Arabia Saudita y está en el ámbito de gestión del príncipe heredero del trono, Mohammed bin Salman.
La información del recambio fue brindada por la propia empresa mediante un comunicado en el que enumeró las tres decisiones del consejo de administración (información que ya había sido comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el regulador).
1.- Acordar la renovación ordenada de la Presidencia de la Sociedad, para adecuarla a su nueva estructura accionarial.
2.- Aprobar la resolución del contrato suscrito con José María Álvarez-Pallete como presidente ejecutivo del Consejo de Administración de Telefónica, y solicitarle, conforme a lo dispuesto en el artículo 12.2.a) del Reglamento del Consejo de Administración, la dimisión de su cargo de consejero.
3.- A efectos de garantizar un adecuado relevo en la Presidencia ejecutiva de la Sociedad, aprobar el nombramiento por cooptación de Marc Thomas Murtra Millar como consejero ejecutivo de la Sociedad, nombrándole igualmente presidente ejecutivo del Consejo de Administración y delegándole todas las facultades delegables de este, para su ejercicio con carácter solidario.
Estos acuerdos habrían tenido el acompañamiento de STC, que en breve -cuando tenga casi el 10% del capital- tendrá derecho a acceder a un asiento en el consejo de administración de la telco.
El comunicado de Telefónica incluye una biografía del nuevo presidente que destaca su paso por el sector público español. En efecto, Murtra -perteneciente al Partido Socialista de Cataluña (PSC)- fue jefe de gabinete del que fuera ministro de Industria, Joan Clos, en la etapa del socialista José Luis Rodríguez Zapatero después de ser director general de Red.es -una empresa estatal para la promoción de la digitalización- y responsable de varias áreas en el Ayuntamiento de Barcelona, entre ellas la gerencia de Betevé-Barcelona Televisió (emisora estatal del ayuntamiento).
Marc Murtra -hijo de familia catalana nacido en el Reino Unido- es ingeniero industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona (ETSEIB) de la Universidad Politécnica de Cataluña. Tiene un Máster en Administración de Empresas (MBA) por la Leonard School of Business de la Universidad de Nueva York.

El hasta ahora presidente ejecutivo del consejo de administración de Indra -cuyo 28% también es controlado por el estado español- es consejero independiente en Ebro Foods SA, miembro de su comisión ejecutiva y consejero en Industria de Turbo Propulsores SA. También integra el órgano de gobierno de la Fundación Bancaria Caixa d’Estalvis i Pensions de Barcelona La Caixa, accionista de Telefónica.
La integración accionaria de Telefónica tiene actualmente la siguiente composición: SEPI, 10%; Criteria -Fundación La Caixa-, 9,9%; Blackrock, 4,98%; STC Group, 4,97% -que en breve sumará otro 5%-; BBVA, 4,48% y el resto se distribuye entre accionistas minoritarios. Telefónica cotiza en varias bolsas y es una de las principales acciones del Ibex 35. El relevo de Álvarez-Pallete habría tenido el acuerdo de STC aunque ese grupo saudita recién tendrá un asiento en el consejo de administración cuando complete su la compra de su participación.
La remoción de Álvarez-Pallete tomó a todos por sorpresa, empezando por él mismo. Según relata el diario catalán La Vanguardia, al finalizar el viernes la reunión de la comisión ejecutiva de Telefónica, el entonces presidente de la empresa fue citado a la Moncloa, sede del gobierno español donde el secretario del Departamento de Asuntos Económicos de la presidencia, le comunicó que Sánchez quería su relevo en la telco y quién sería su sustituto. El jueves, el propio Sánchez se había reunido con Isidro Fainé, presidente de La Caixa, para anticiparle los cambios y contar con su apoyo. Además, a través del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, el gobierno español informó a Olayan Al- Wetaid, CEO de STC, tercer accionista, y a Carlos Torres, presidente del BBVA, otra accionista relevante.
Murtra -hombre de confianza del presidente de la Generalitat catalana, Salvador Illa- empezó su carrera profesional en la industria nuclear en British Nuclear Fuels Ltd en el Reino Unido, y continuó su carrera profesional en la consultora de estrategia DiamondCluster, donde trabajó para grandes empresas tecnológicas. Fue socio director de Closa Investment Bankers, así como director de CREA Inversión, y cuenta con amplio conocimiento del sector tecnológico.
Es profesor asociado de Dirección Financiera, Economía Financiera y del Master of Science in Finance and Banking en la Universidad Pompeu Fabra, donde imparte clases a estudiantes de grado de Administración y Dirección de Empresas, de grado de Económicas y maestría.
El recambio del liderazgo de una de las principales empresas españolas no está al margen de la crisis política que caracteriza al país desde hace varios meses con un Ejecutivo socialista que depende de los apoyos secesionistas catalanes y vascos para sostenerse en el gobierno. Además, el presidente Sánchez está salpicado por varios procesos judiciales, entre ellos el que investiga a su esposa Begoña Gómez por supuesto tráfico de influencias y corrupción, y el que se sigue a su fiscal general, Álvaro García Ortíz, por presunta revelación de secretos para perjudicar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del opositor Partido Popular.
De hecho, según informó el diario El Mundo, Murtra en persona recibió a Gómez, esposa de Sánchez, cuando ésta quiso interesarse por el proyecto que donaba a su cátedra y por el cual es investigada. Según el periódico, el hecho de que el propio directivo dedicara tiempo a un proyecto económicamente insignificante para la multinacional es evidencia de que Gómez tiene un poder ante empresas reguladas o participadas por el Estado que va más allá del que ostenta de directora del máster.
En este contexto, la designación de Murtra tuvo una fuerte repercusión política. «No contento con colonizar las instituciones públicas, ahora también las empresas privadas. Por si alguien dudaba de la deriva antidemocrática de Sánchez. Van a por todo, pero les pararemos entre todos», afirmó Alberto Núñez Feijoo, líder del Partido Popular (centro derecha). En el mismo sentido se expresó Santiago Abascal, del partido Vox (derecha), desde Washington donde participa como invitado de la ceremonia de investidura del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump: «No sólo asaltan las instituciones del Estado y colocan a sus afines, si no que también asaltan empresas privadas estratégicas».
Por la forma de su salida, Álvarez Pallete tendrá derecho a percibir hasta 35 millones de euros (incluido allí un plan de retiro de cerca de 12 millones) pero no podrá trabajar para otras empresas del sector durante dos años.
El ejecutivo saliente, que logró reducir el peso de la deuda de Telefónica pero no pudo alcanzar el gran objetivo de recuperar el valor de la acción de la empresa, se despidió públicamente en la red social X (de la que era protagonista por su trabajo en la empresa y también por su pasión por el running).
El directivo es economista, tiene 63 años y llevaba 26 como empleado de Telefónica. Se había incorporado en febrero de 1999 como director general de Finanzas de Telefónica Internacional SA, una de las múltiples subsidiarias del grupo en el que recorrió diversas funciones hasta alcanzar la presidencia. En noviembre de 2024 había sido reelecto como presidente de la Asociación GSMA -cámara global de operadores de telecomunicaciones- para un período que debía finalizar en diciembre de 2026.
En un relevo programado, Álvarez Pallete había sucedido en 2016 a César Alierta -fallecido el 11 de enero de 2024-, que encabezaba la firma desde 2000 cuando sucedió a su vez a Juan Villalonga, quien había extendido a 25 países los negocios de la empresa a costa de un endeudamiento con el que la firma lidió varios años (si no décadas). Álvarez Pallete había llegado a liderar Telefónica luego de varios años siendo la mano derecha de su antecesor, Alierta. En diciembre de 2024, Álvarez Pallete perdió a su principal ejecutivo, con la muerte de Javier Echenique, vicepresidente de Telefónica.

La deuda heredada por Álvarez Pallete en 2015 alcanzaba los 55.000 millones de euros y la que deja tras su relevo es de 27.349 millones actuales. En 2016, cuando se hizo cargo de la presidencia, la empresa tenía un valor de bolsa de 44.433 millones de euros y actualmente vale unos 22.660 millones. El papel pasó de 9 euros a 4 euros.
Quienes defienden el relevo sostienen que se vuelve a cierta «normalidad política» según la cual el presidente de Telefónica era designado por el gobierno de turno. El PP de José María Aznar había nombrado a Villalonga y lo había reemplazado por Alierta y el PSEO de Sánchez designa ahora a Murtra. Álvarez-Pallete habría sido una anomalía en ese sistema.
Telefónica es una multinacional de telecomunicaciones de origen español que figura entre las compañías más importantes del sector a nivel global por número de clientes. Fue fundada hace 100 años, en 1924, como Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE).
Actualmente tiene como mercados estratégicos a España (Movistar), el Reino Unido y Alemania (donde opera con la marca O2) y (Brasil (como Vivo), los cuatro que generan la mayor parte de los ingresos y beneficios. En los años 90 desembarcó fuertemente en Hispanoamérica (Movistar) a través de adquisiciones y procesos de privatización. Actualmente tiene presencia en Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, México, Perú y Venezuela, pero viene reconsiderando sus negocios en varios de ellos.
La telco ingresó al mercado argentino en 1990, durante el proceso de privatización de las telecomunicaciones realizado durante el gobierno de Carlos Menem. Si bien en distintos momentos se mencionó la posibilidad de la venta de la filial o su apertura a cotización en la bolsa local, ninguno de esos pasos se terminó de concretar.
Ofrece servicios de telefonía fija, móvil, internet de banda ancha, fibra óptica, televisión digital y servicios digitales para empresas.
Según algunos analistas, el gobierno socialista estaría evaluando una fusión de Telefónica e Indra (Indra Sistemas SA), lo que daría lugar a una empresa techco que combinaría telecomunicaciones y tecnología al más alto nivel. Indra aportaría sus negocios en defensa, automatización, servicios informáticos y espacio.
Hacé tu comentario