La Asociación de Editores de Diarios de la Ciudad de Buenos Aires (Aedba), la versión capitalina de Adepa, expresó su preocupación por la creciente reconversión de kioscos de diarios y revistas en puntos de expendio de café y productos gastronómicos, un proceso que -según advirtió la entidad- está derivando en el cese o la reducción significativa de la venta de publicaciones periódicas en espacios estratégicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La advertencia llega tres meses después de la decisión del gobierno del presidente Javier Milei de desregular completamente la actividad al dictar el decreto 629/2025, que eliminó un marco normativo originado en 1945, que intentó cambiarse en 1991 -con las reformas menemistas- y que se cristalizó durante el gobierno de Fernando de la Rúa, cuando se creó un registro específico para la actividad.

El pronunciamiento marca un hito trascendental que refleja un profundo cambio de época: los diarios, que históricamente reclamaron contra el monopolio y el margen de los puestos de venta -representado por el sindicato Sivendia- y pedían la liberalización de la distribución de publicaciones -en especial en el furor de los clubes de beneficios, hace una década-, hoy reclaman la intervención del Estado para evitar el cambio de rubro de esos puestos. El fenómeno de la reconversión de estos puntos de venta no ocurre sólo en la Argentina sino que es parte de la transformación radical de la producción y circulación de información en el siglo XXI –aquí lo contó The New Yorker en 2019-.

La advertencia fue formulada a través de una declaración pública difundida el sábado 6 de diciembre pasado, en la que la asociación sostuvo que la transformación de estos puestos “no constituye únicamente un cambio comercial”, sino que tiene consecuencias directas sobre el derecho al acceso a la información y sobre el funcionamiento del ecosistema informativo urbano.

Según Aedba, los kioscos de diarios cumplieron históricamente un rol central como nodos de distribución de diarios, revistas, publicaciones especiales, libros y coleccionables, además de actuar como canal comercial del sistema de suscripciones, una de las fuentes de sostenimiento de la prensa gráfica. La pérdida de esa función -señala el comunicado- afecta tanto a los medios como a los lectores.

En términos concretos, la entidad indicó que ya son al menos siete los kioscos que dejaron de recibir publicaciones, a los que se suman otros 23 que fueron reconvertidos en cafeterías, lo que implica una reducción significativa de la capilaridad territorial de la prensa gráfica, especialmente en zonas de alto tránsito peatonal. Esa capilaridad, subrayan los editores, ha sido una de las características distintivas del sistema de distribución de diarios y revistas en la Ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana.

Aedba es la cámara empresarial de los diarios porteños. Está integrada por Clarín, La Nación, El Cronista, Página 12, Perfil y Crónica. Este año 2025 tiene como presidente a José Claudio Escribano, de La Nación; y como vicepresidentes 1ero a Marcelo Carbone, de Crónica; y 2do a Eugenio Sosa Mendoza, de Clarín.

Impacto en los lectores y la cadena de valor

Desde la perspectiva de los editores, la supresión de la venta de publicaciones en puntos de circulación masiva afecta de manera directa a los lectores, al dificultar el acceso cotidiano a diarios y revistas nacionales e internacionales, así como a colecciones en curso. La proximidad física de los kioscos -señaló Aedba- sigue siendo un factor relevante para garantizar un acceso rápido y confiable a información independiente, incluso en un contexto de expansión del consumo digital.

La preocupación, aclaran, no es exclusiva del sector editorial. Distribuidores, vendedores y las entidades que los representan comparten el diagnóstico, lo que da cuenta de un problema que atraviesa a toda la cadena de valor de la prensa gráfica. Aedba subraya la preocupación de las entindades que representan a esos eslabones aunque sin mencionarlas. Se trata de la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines (Sddra) y el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas de la Ciudad Autónoma y Provincia de Buenos AIres (Sivendia).

Uno de los ejes centrales del planteo de Aedba es el aspecto regulatorio. Los kioscos de diarios y revistas ocupan espacio público bajo un régimen de concesión y habilitación específica, cuyo objeto principal es la distribución de prensa gráfica. Desde ese punto de vista, la entidad remarca que no se opone a la diversificación de la oferta ni a la incorporación de productos complementarios, una práctica habitual desde hace años, sino a que la venta de publicaciones sea desplazada o directamente eliminada.

El comunicado advierte que la reconversión de kioscos en “cafeterías” plantea interrogantes regulatorios relevantes, ya que el expendio de café y productos gastronómicos constituye una actividad que, en principio, requiere habilitaciones específicas, cumplimiento de normas bromatológicas y un marco regulatorio distinto al de la venta de diarios y revistas. En ese sentido, Aedba cuestionó que se utilice espacio público concesionado para una actividad diferente de aquella para la cual fue originalmente autorizado, sin que medie -según sostienen- un control adecuado.

Pedido de intervención y revisión

Ante este escenario, Aedba realizó un llamado explícito al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para que intervenga de manera urgente. La asociación solicitó la revisión de nuevas habilitaciones y la adopción de medidas que garanticen la continuidad de la venta de diarios y revistas en estos puntos considerados estratégicos para la circulación de información.

“El uso del espacio público debe responder a prioridades y necesidades de la ciudadanía”, sostiene la entidad, entre las que incluye de manera expresa el acceso a la información. Defender el kiosco de diarios -argumentaron- no es sólo preservar una actividad comercial, sino proteger un canal histórico de distribución de contenidos informativos y una condición material para el ejercicio del derecho a informarse.

Finalmente, la asociación manifestó su disposición a colaborar con las autoridades en la búsqueda de soluciones “efectivas y duraderas” y a participar de mesas de diálogo o trabajo que aborden la problemática. En el cierre del documento, Aedba subraya que quienes tienen la responsabilidad de administrar y regular los espacios públicos no pueden desentenderse de ese rol ni promover, directa o indirectamente, prácticas que impliquen un apartamiento de las normas vigentes.


La declaración de Aedba del 6 de diciembre en la edición impresa del diario La Nación

Este texto fue elaborado con la herramienta de inteligencia artificial ChatGPT Plus 5.2 con supervisión humana

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