La periodista especializada en Ciencia Nora Bär habló con #TMTradio sobre la fiebre del litio, el aumento de la demanda por la producción de autos eléctricos, los desafíos y las posibilidades que este mineral representa para el país. A continuación los párrafos más destacados de ese diálogo:
“Hay una fiebre del litio, tanto que lo llaman el oro blanco. Los mercados mundiales así lo indican porque el precio está subiendo mucho. Sobre todo, ahora que Tesla está ampliando su producción de autos eléctricos que llevan una gran batería de litio. Ernesto Calvo, que es uno de los involucrados en el proyecto de litio que hay en el país, explicó que cada batería de estas lleva tanto litio como 17 mil celulares.
“Las mayores reservas del planeta, entre el 60 y 80 %, están en lo que se denomina el triángulo ABC, integrado por Argentina, Chile y Bolivia. Es una reserva para explotar. Ahora se está vendiendo, pero convertido en baterías sería mucho más rentable para el país. Hay un proyecto muy interesante iniciado hace 4 años entre el Conicet y el Ministerio de Ciencia y Tecnología para el desarrollo de un Centro de Tecnología del Litio para realizar investigación básica y aplicada del litio. La primera etapa se inauguró hace un mes.
“Las mayores reservas del planeta, entre el 60 y 80 %, están en lo que se denomina el triángulo ABC, integrado por Argentina, Chile y Bolivia. Es una reserva para explotar. Ahora se está vendiendo, pero convertido en baterías sería mucho más rentable para el país»
https://soundcloud.com/tmtcomunica/litio-nora-bar
«El litio está en unas llanuras con cubiertas de sal muy sólidas, en distintas cadenas de montañas bajas, que se han formado en eras geológicas. Esta cubierta de sal dura si uno la perfora es muy cristalina, muy celeste y allí disuelta están muchas sales, entre ellas, el litio al que hay que purificar.
«Se está trabajando en los procesos de extracción. La idea es no destruir, sino intervenir y hay preocupación por el uso del agua que se usa para la purificación para depósito de las sales que no son de interés productiva. Es uno de los aspectos que se están investigando para hacer una extracción más sustentable y más rápida. Los métodos ancestrales (que se utilizan todavía) son de evaporación y tardan casi un año. Ernesto Calvo presentó un proyecto tecnológico, de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA en un concurso internacional y obtuvo el primer premio, por una tecnología más rápida y amigable con el ambiente (sin usar tanta agua). Su desarrollo es de laboratorio, ahora falta saber si se puede hacer a gran escala.
«Se está trabajando en los procesos de extracción. La idea es no destruir, sino intervenir y hay preocupación por el uso del agua que se usa para la purificación para depósito de las sales que no son de interés productiva. Es uno de los aspectos que se están investigando para hacer una extracción más sustentable y más rápida»
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