La octava edición de Fin & Pay, Latam Forum, realizada el 13 de septiembre pasado y organizada por CMS Group, permitió ver la temperatura de un tiempo inflacionario donde la necesidad de optimizar las experiencias de pagos, el potencial escenario del Open Finance en la industria, y las nuevas herramientas de tecnología se abren a las tendencias globales pero que aún así, deben encontrar un rumbo local que desarrolle un marco regulatorio más confiable, elimine las inseguridades, sea sustentable y, en definitiva, derrumbe mitos.  

“Como hace 100 años, el objetivo sigue siendo el mismo: vender más y tener  más clientes”, aseguró una de las speakers, Jessica Rodríguez, Head Merchant Sales & Acquiring Southern Cone de VISA. No sin dejar algunas de sus recomendaciones: “El crecimiento del QR en Argentina fue rápido, pero es importante para el comercio y nuestro ecosistema no quedarse en sólo una forma de aceptación, porque el desafío es reducir el efectivo y lograr que una transacción digital sea cada vez más efectiva”.

Para alcanzarlo, agregó, tiene que “haber estándares”, que le permitan al sector “crecer con seguridad y ser interoperables cualquiera sea el dispositivo”. En esa dirección coincidió Mariana Yoma, de Naranja X, que tiene 4,7 millones de clientes, y destacó la importancia de adoptar, por parte de los comerciantes de “una solución de cobros multiplataformas”, que no tenga fallas o fricciones que le puedan hacer caer la venta.

“Después -agregó- hay otras valoraciones como tener un esquema de comisiones y plazos de pagos que resulten convenientes, que tengan bajo nivel de fraude y buenas tasas de aceptación. Lo aconsejable es buscar soluciones de cobros que sean simples de usar, que se puedan adoptar al celular y permitan interactuar las operaciones con las finanzas personales porque para esos pequeños comerciantes el negocio es la vida”.

En 2021, con la inercia de la pandemia, el e-commerce creció un 35% y volvió a saltar 39% en 2022. este año se espera que siga creciendo a una tasa no tan alta pero sostenida del 27%. Lucas Gracia Nougues, de Payway Ar, una plataforma de medios de pago y servicios para el comercio, destacó que “el mundo presencial y el mundo online se empiezan a cruzar cada vez más y el desafío es cómo fusionamos esos dos mundos”.

Leandro Sebastián Nocito, CEO y fundador de Helipagos, empresa fintech de Misiones y extendida a todo el territorio nacional para operar por distintos medios, encontró en el chatbot comunicacional una herramienta disponible para que “un cliente, comercio o institución pueda recuperar su nivel de ingresos las 24 horas del día”.  La experiencia elevó las operaciones de la startup hasta un 65% entre las tres y las nueve de la noche y va en camino a un mayor desarrollo con Inteligencia Artificial: “La clave -dijo Nocito- fue permitirle al usuario acceder a un patrón de comportamiento sin que seamos invasivos”. 

Según informe del Banco Mundial, durante el primer año de pandemia unas 50 millones de personas comenzaron a usar pagos digitales en los comercios; sin embargo, el porcentaje de compras pagadas en efectivo sigue siendo alto. Para Hanna Schiuma, Chief Growth Officer en Callao, el potencial del Open Finance en la industria de pagos apunta a un modelo similar al implementado en Brasil con Pix, la plataforma que realiza operaciones financieras en tiempo real. Mientras que para Tamara Bernath, Head of Fintech de WaaSabi, una plataforma de Globant que permite a sus clientes sumar billeteras digitales a los negocios, la estrategia es diversificar las distintas líneas de monetización entre lo transaccional y lo financiero. 

“¿Cuál es la industria que toma ventaja en esto? Nosotros tenemos mapeados once verticales en los cuales ya estamos trabajando, pero hay cuatro verticales puntuales que están avanzando más que otros y son retail, consumo masivo con sus cadenas de distribución, energía y agro. El agro representa en la Argentina el 35% del PBI, imaginen el potencial de digitalizar todo eso a través de traccionar en rieles de pagos digitales o empezar a conectar bancos que en realidad tengan la ambición de poder fondear créditos en esos productores, estamos hablando de ticket promedio de 600.000 dólares para cada una de las compras de insumos que hace este segmento muy particular y concentrado”, opinó Bernath.

Laberinto normativo

En el marco de las regulaciones para fintechs y bancos en el mundo de pagos, la situación es compleja y preocupante en algunos casos. Como señala Ivana Natalia Miszka, Regional Tax Manager de Pomelo, una empresa que ayuda a escalar servicios financieros, hubo “un crecimiento exponencial de las startups en toda América Latina -se estiman 1300 en la región- y después de la pandemia pasamos a ser una industria que colabora con la economía”.

Fernando Quiroga Lafargue, de  KPMG, advirtió que “el sistema tributario argentino tiene muy pocos incentivos para la formalización general de operaciones, y banca y fintech, no son una excepción”. Para el asesor tributario de la Cámara Argentina Fintech, las autoridades fiscales ponen tasas impositivas “como un instrumento de recaudación anticipada sin hacer demasiada segmentación respecto de quiénes son los jugadores, que hay detrás y no se ven políticas articuladas para incentivar operaciones y la lucha contra el cash”.

En relación al régimen impositivo y los incentivos al uso del efectivo versus la bancarización, Horacio Liendo, de Mercado Libre,  agregó que si bien la cantidad de pagos electrónicos aumentó “sigue teniendo el mismo esquema de impuestos y de retenciones que es meramente recaudatorio -un 19,5% por sobre el efectivo- y nocivo para que la industria fintech siga creciendo”. El CEO de Mercado Libre admitió que la Argentina padece un déficit fiscal crónico y eso alimenta la vocación recaudatoria de los organismos oficiales, más en las provincias, que “tienen el hábito de buscar donde les resulte más fácil cobrar”.

Frente a la disparidad regulatoria de cada provincia, Romina Catena, Manager de PwC, señaló que “sin un marco normativo claro y comprensible, la interposición de medidas cautelares en la justica se acrecientan y es fundamental siempre la comunicación entre las cámaras y los distintos actores de la industria. Sin normas, sin seguridad jurídica, y haciendo parches regulatorios, nadie quiere invertir y arriesgar”. Natalia Miszka, agregó también que hay que acercarse más a los empresarios del mundo fintech para entender las particularidades de estas verticales.

“El objetivo de las fintech -dijo la Manager de Pomelo- es tener una inclusión financiera, se entiende que van a colaborar con el crecimiento económico del país y hay que generar distintos tipos de regímenes de promoción o exención, mejorar las asimetrías entorno a los distintos regímenes de recaudación para que una plataforma de pagos que procesa con un determinado comercio cuando le llega la liquidación de sus ventas no se encuentre con un sinfín de retenciones que la desincentiva para  seguir creciendo”.

Con una mirada más global, Horacio Liendo recordó que desde hace siete u ocho años el objetivo de la inclusión financiera está en la agenda mundial: “Entró en la agenda del G20, que antes no estaba, y se acordó porque ofrece un montón de ventajas para los Estados, más transparencia en las transacciones, menos evasión y más formalidad, e inclusive porque un objetivo tributario es empujar la digitalización del dinero. Después viene la capacidad de crédito y de llegar con productos seguros a la población, lo que es bueno al generar más actividad, más formalización y eso creo que los Estados lo entendieron”.

Al retomar la visión local, el asesor de la Cámara Fintech, Fernando Quiroga apuntó a “salir de la zona de confort o del facilismo de las jurisdicciones para apoyarse en regímenes de recaudación que están siendo contraproducentes a una economía que tiene una enorme informalidad y no se la está atendiendo como una verdadera política de Estado”. Al contar con información o una trazabilidad que le de la formalización de operaciones de la industria digital y la bancarización, “hay que ir hacia la dirección correcta y no gravar las cuentas de plataformas de pagos que administran fondos de terceros”.

Guardia baja                                                                                                      

La prevención de fraudes y lavado es un problema sensible al sector de las fintech. Una amenaza que requiere de herramientas cada vez más avanzadas y que lleven a un esquema de estructuración más simple a nivel de gestión. Para Germán Gordillo, Head of Compliance en Ualá, una lección sabia de la empresa fue apostar a tener un área de compliance porque “ya la cultura del cumplimiento nace desde el mismo momento en que se empiezan a gestionar los negocios”.

Alfonso Martel, de Lemon, arrancó hace 7 años en el área de riesgos y luego saltó a compliance, invirtiendo la regla: “hice un mapeo general de riesgos, no todos consideré que debían estar en el área de compliance, pero al haber trabajado muchos años en la justicia criminal, advertí algo que volvía a repetirse en la pandemia, y es que la dinámica de los delitos cambia muy rápidamente. Esto me llevó a tratar el área de fraude y de lavado por separado, aunque bajo un mismo departamento y sin dejar de hacer un trabajo conjunto”.

Agustina Atlante, Head of Compliance en Celeri, agregó que hay que adoptar la tecnología en estos procesos, y apuntó a “despertar la conciencia en el directorio de que realmente es importante invertir en áreas de compliance y de fraude, y no verlo como un gasto. Creo que se está dando ese cambio, pero también persisten esas diferentes mentalidades porque no es lo mismo una startup o una fintech con un mercado de capitales, que una entidad financiera bancaria más estructurada. Hay una tarea de educación sobre estas nuevas tecnologías, que vienen a mejorar los procesos y no son un gasto”.

Sobre los sistemas de onboarding y autenticación biométrica que ayudan a prevenir el fraude online, tanto Alfonso Martel de Lemon como Germán Gordillo de Ualá, coincidieron en el alto desarrollo tecnológico argentino y el rol del Registro Nacional de las Personas (Renaper) como punta de lanza en la región y modelo a imitar para dar mayor robustez a la identificación de las personas. Agustina Atlante, de Celeri, en tanto destacó el uso como ML de la extracción de palabras y términos claves en los documentos que facilitan la detección y permiten mejorar el comportamiento en el sistema financiero.

“Para atender al viejo concepto de mulas, que es aquella persona que alquila su cuenta a muy bajo precio y genera inclusión financiera, lo más importante para evitar este tipo de situaciones es la educación financiera, en las aulas y en las personas porque somos un país sin educación financiera. Son muy pocos usuarios los que pueden hablar de estas cosas y saben lo que están haciendo, que conozcan los riesgos en los que se están metiendo, y la clave es educar más financieramente, más sobre la identidad y a quién le están dando el acceso a sus claves”, señaló la CEO de Celeri.

En la doble jornada de esta octava edición de Fin & Pay, que se dividió en una primera transmisión virtual y una segunda presencial, también se abordaron temas como las Crypto y los procesos de inversión y pagos, el acceso financiero y las soluciones para mitigar la brecha, la optimización en la experiencia de pagos y las tendencias globales en pagos, como el face to pay, pagos sin cajas, tecnología wearable y QR. A modo de desafío próximo, Matías Gorosito y Tatiana Remaggi, de CMS Group, alentaron a seguir incorporando mejores prácticas y conectar oportunidades, en un mundo cada vez más digitalizado e interconectado en comunidades.

Tamara Bernath de Waa Sabi-Globant
Jessica Rodríguez, de Visa
Mariana Yoma, de Naranja X

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