Debido al Covid-19, tener conocimiento y/o habilidad digital pasó de ser algo que antes era “adicional”, a un debe incuestionable, para así poder comunicarnos. Esto sucedió mayormente en las empresas, creando la fuerza laboral remota.
En ese sentido, aparece esa digital dexterity o destreza digital que hace referencia a esa habilidad para actuar con eficacia frente a la transformación digital. Esto no se trata solamente de saber como usar una computadora, sino de ser capaz de desarrollar las habilidades digitales necesarias para poder llevar a cabo el trabajo de manear eficiente.
Más allá de herramientas como Slack, Zoom y Microsoft Teams, hoy en día, los equipos de trabajos de las grandes corporaciones pueden llegar a usar un gran caudal de aplicaciones y/ programas corporativos, que incluso se renuevan y actualizan constantemente. Esto generar la necesidad de lograr una destreza digital sostenible.
La evolución de la tecnología no solo involucra adaptarse, sino estar al ritmo necesario para lograrlo.
Las preguntas para pensar y concluir este catalejo son: ¿Podrán todas las personas adaptarse al mundo digital? ¿Qué sucederá con aquellas que no lo logren?
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