Libre competencia, libertad de precios, control de las posiciones dominantes, fomento y protección de las inversiones, con participación extranjera sin restricciones, neutralidad tecnológica para dar servicios, eliminación de las trabas al despliegue de redes, un plan técnico de espectro radioeléctrico, redefinición de la neutralidad de la red, reformulación de la autoridad de aplicación -en Enacom- y del Fondo de Servicio Universal son algunas de las propuestas incluidas en el plan presentado este martes 1 por la Infraestructura Digital Argentina (IDA), la cámara más joven de la industria convergente.
“De no corregir la disparidad en la conectividad y el acceso vamos a ver afectado el desarrollo económico y social de la Argentina. La infraestructura digital es clave para evitar eso y el momento de dar esa discusión es ahora, porque si no aceleramos esa conectividad el futuro dejará de ser promisorio”, dijo Alejandro Lastra, presidente de IDA durante un desayuno con periodistas en el que se dieron detalles del plan, que prevé acciones para el mediano y largo plazo.
En un país que en los últimos 40 años sabe de diagnósticos, en casi todos los ámbitos, pero suma pocas experiencias de desarrollos integrales y sostenibles, presentar un plan para acelerar la conectividad en el territorio nacional, exige de más y mejores herramientas para alcanzar los objetivos. Para los que integran la nueva cámara, los ejes de la transformación deben ser tres: robustecer el ecosistema de proveedores del acceso, el rediseño institucional de la autoridad de aplicación y la articulación público-privada. “Esto trae como desafío el desarrollo de una economía del conocimiento con foco exportador; un impulso para las economías regionales; y un incentivo para la radicación de los ciudadanos en sus localidades de origen”, señaló Lastra.
“Cuando hablamos de operadores saludables lo que decimos es que tenga la suficiente capacidad para afrontar las constantes actualizaciones tecnológicas del sector. Es un sector fuertemente desafiado por inversiones en actualización tecnológica y para mantener la infraestructura actual existente, para crecer en capilaridad y capacidad, y para asegurar la actualización tecnológica que hablábamos recién”, amplió el presidente de la IDA, la asociación transversal que apunta a nuclear a todos los sectores que componen el ecosistema digital.
Uno de los aspectos señalados a tratar con cierta urgencia es la eliminación de trabas al despliegue. Lastra señaló que en ella se encuadran los problemas con los municipios, su enorme heterogeneidad y los fondos de servicio universal, más el tema impositivo: “La dificultad de hacer una normativa es que la tienen que aceptar los municipios -advirtió-, y ahí habrá que trabajar con esquemas de incentivos, excluir de los planes de la asignación de recursos de los fondos de servicios universales a las localidades que no adhieren a los criterios generales, establecer servidumbres de uso (permisos) para despliegues de red o coparticipar tasas del espectro radioeléctrico con municipios como carga a los despliegues locales de infraestructura. Son ideas que estamos proponiendo como alternativas para homogenizar estos criterios”.
En relación al fondo de servicio universal, apuntó a repensar los esquemas de cómo se le da asequibilidad a los sectores más vulnerables: “nosotros creemos que el esquema de subsidios a la demanda es el mejor esquema para esas poblaciones, y no necesariamente va a subsumir todo eso el fondo de servicio universal, por lo cual por ahí hay que pensar otras fuentes de financiamiento para eso”. En la articulación público-privado, habló de involucrar a los operadores privados en el diseño de un plan maestro de conectividad para mantener la asignación de recursos y constituir con los fondos un mercado de capitales para la industria.
Y en cuanto al uso eficiente del espectro destacó la necesidad de otorgar mayor previsibilidad a los operadores, permitir disponer de frecuencias no utilizadas o mal utilizadas, asignar frecuencias por 25 años y permitir el uso compartido cuando no se generen conflictos técnicos.
“El Enacom tiene que levantar la mirada”, apuntó sin ánimo de confrontar el presidente de la cámara, frente a un mismo escenario de marchas y contramarchas que se suceden cada cuatro años. “De la manera en que se aborda el tema espectral, todas las decisiones que se fueron tomando están desencajadas de un plan integral de largo plazo y son estrictamente coyunturales. Hay que escuchar más a los profesionales técnicos en términos de decisiones políticas, que los tienen, y elevar la mirada pública por encima de la coyuntura”, dijo.
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