En el discurso del sábado en la apertura de sesiones ordinarias y en una entrevista televisiva concedida el domingo posterior, el presidente Javier Milei había cuestionado al grupo Clarín e indicado que la adquisición de Telefónica de Argentina por parte de Telecom (de los mismos accionistas que el multimedio) sería estudiada por los organismos previstos según las normas.
Sin embargo, el domingo, a las 23, en la red social X publicó un mensaje -titulado “Clarín: la gran estafa argentina”- en el que, por primera vez, dice expresamente que su gobierno no va a permitir la adquisición de Telefónica por parte de Telecom.
Tras una extensa referencia a supuestos episodios ocurridos en 2002, el mandatario afirmó: “Hoy quieren quedarse con el 70% de las telecomunicaciones argentinas. Eso implica que tu celular, tu internet, tu teléfono, todo lo controlaría el mismo grupo económico, que por su posición dominante podría cobrarte cualquier precio porque no habría competencia. No vamos a dejar que eso suceda. No vamos a dejar que sigan robándole a los argentinos. Cuando Clarín nos ataca, sepan que la razón es esta. Quieren controlar las comunicaciones de todo el país. Pero en el fondo no me están atacando a mí. Te están atacando a vos. Yo solo estoy en el medio”.
Antes de esa afirmación, hizo una extensa argumentación:
“Se ve particularmente enardecidos a buena parte de los empleados del Grupo Clarín. No paran de hostigar con mentiras al Gobierno simplemente porque dijimos que íbamos a defender a los argentinos del abuso de la posición dominante que el Grupo quiere tener en el mundo de las telecomunicaciones. Están acostumbrados a actuar así. Presionan y operan a los gobiernos para obtener beneficios aún si es a costa de los argentinos. Una de esas ocasiones ocurrió durante el 2002 en la presidencia de Duhalde. La misma noche que asumió hubo una reunión en una casa en Banfield en la que estaban Magnetto, Duhalde, Remes Lenicov y otras personas. Clarín estaba al borde de la quiebra en ese momento. En esa cena se acordó devaluar 300% (devaluar es empobrecer a los argentinos) y se arregló la aprobación de la Ley de Preservación de Bienes y Patrimonios Culturales. Con esa ley ningún banco (quienes como garantía habían prendado las acciones del Grupo) iba a poder ejecutar la deuda que Clarín tenía (3.000 millones de dólares) porque al ser bienes culturales no iban a poder ser ejecutables. De esa manera, Clarín consiguió, a costa de todos los argentinos, arreglar sus problemas financieros. Nunca sabremos a cambio de qué el entonces gobierno de Duhalde decidió hacer eso”.
Tras la primera referencia a aquellos episodios, durante el discurso ante ambas cámaras del Congreso, el grupo Clarín emitió inmediatamente una “necesaria aclaración”, como la tituló en las ediciones impresa y digital del diario.
“Como se explicó varias veces, el Grupo Clarín fue una de las empresas argentinas más perjudicadas por la devaluación, ya que más del 95% de su deuda, a fines del 2001, estaba tomada en dólares y en el exterior del país y bajo legislación extranjera. Por ello, lejos estuvo de impulsar o beneficiarse de cualquier pesificación o licuación de deuda. En otras palabras: en pocos días, su deuda se multiplicó por cuatro mientras sus ingresos se mantenían en pesos y además se reducían por efecto de la recesión. Esa deuda se renegoció y se restructuró de manera enteramente privada, con sus acreedores internacionales, con los que se llegó a sendos acuerdos de refinanciación a fines del 2003. Esos acuerdos extrajudiciales (APEs) fueron honrados enteramente con recursos propios del Grupo Clarín”
Durante el discurso, Milei había dijo: “Con ese chiste de la pesificación asimétrica impulsado tan alegremente y bancado por Clarín, que después tuvo su Ley de Medios para que no quiebre, les robaron a los argentinos 30 mil millones de dólares”. Y agregó: «En los últimos 25 años la política, vía Banco Central, les robó a los argentinos 110 mil millones de dólares. Vengan ahora a hablar de estafa piramidal, dale”.
Esta semana, durante el Mobile Word Congress 2025 que se realiza en Barcelona, directivos de Telecom y Telefónica se cruzarán con funcionarios de la administración, entre ellos el interventor en el Enacom, Juan Martín Ozores.
De hecho, Ozores tenía previsto participar de las actividades organizadas en Madrid por el Centro de Estudios Regulatorios y de Telecomunicaciones (Certal), think tank especializado que tiene como secretario general a Hernán Verdaguer, director ejecutivo de Asuntos Regulatorios de Telecom. Más allá de esos encuentros, en Barcelona -donde se realiza el congreso- funcionarios y directivos de empresas se reúnen habitualmente en un espacio especialmente reservado y sin acceso al periodismo. En el evento se encuentran presentes tanto Ozores como el CEO de Telecom, Roberto Nobile.
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