Este viernes 15/12 se publicó en el Boletín Oficial el decreto 45/2023 que modificó la estructura de la Administración Pública Nacional y dio algunos indicios de la estrategia del presidente, Javier Milei, para la gestión de los sectores convergentes de los medios, tecnología y comunicaciones. Esas modificaciones, contenidas en apenas 31 artículos, cambiaron quirúrgicamente el extenso decreto 50/2019 con el que el entonces presidente Alberto Fernández dotó al Estado nacional de una nueva estructura, completamente distinta de la de su antecesor, Mauricio Macri.
Dos ministros se repartirán la regulación de las telecomunicaciones y las empresas estatales de comunicación mientras que el presidente Milei decidió que los medios y la publicidad oficiales queden bajo su control directo a través del asesor especial Santiago Caputo, a quien responde la secretaria de Comunicación y Prensa, Belén Stettler. Los ministros son el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el titular de Infraestructura, Guillermo Ferraro.
El reparto, al que aún le falta el capítulo de Ferraro en el organigrama, no está exento de diferencias que aún se observan en la estructura tras una solución salomónica: dos secretarías, una Innovación y otra de Comunicaciones, se repartirán en dos ministerios las funciones que hasta ahora estaban en una sola.
Según anunció oficialmente la administración Milei la pauta oficial quedará suspendida por un año y, aunque no se confirmó, durante la campaña y después del ballotage, el primer mandatario dijo que los medios estatales serán incluidos en la lista de empresas a privatizar. Esas dos cuestiones tal vez expliquen que hayan quedado orgánicamente bajo su control directo a través de Santiago Caputo, a quien Milei atribuye -junto con su hermana Karina, secretaria general de la presidencia- el triunfo electoral.
Tal vez la publicación de este decreto y sus definiciones hayan precipitado la renuncia de Eduardo Roust -ex vocero de Alberto Fernández durante la presidencia de Néstor Kirchner-, en quien la industria de los medios confiaba para habilitar canales de financiamiento alternativos.
Llama la atención que el negociador político de la nueva administración, el ministro del Interior, Guillermo Francos, no haya conservado de manera formal ninguno de los organismos y empresas que le darían instrumentos para esa función.
Esta atomización de la gestión del sector convergente probablemente hará algo más complejo el diálogo público-privado pero también permitirá un mayor control sobre áreas que en los últimos años mostraron altos grados de ineficiencia económica, uso político, negligencia administrativa y limitaciones a la libertad de expresión y el acceso a las tecnologías de conectividad.
Según el decreto 45/2023 y las especulaciones sobre la forma que adquirirá la estructura de Infraestructura, el reparto del poder quedó de la siguiente manera:
S. Caputo: medios estatales y publicidad oficial
El decreto 45/2023 transfirió la ex Secretaría de Medios y Comunicación Pública (que durante el gobierno anterior ocuparon Francisco Meritello y Juan Ross) de la jefatura de gabinete a la Secretaría de Comunicación y Prensa de la Presidencia de la Nación (en la práctica fusionó esas dos secretarías). Allí ya había sido designada Stettler, con rango de ministra igual que los demás secretarios presidenciales. Nacida en Santa Cruz, de 35 años, la funcionaria integra el equipo de Santiago Caputo, y tiene experiencia en consultoras de comunicación institucional y asuntos públicos.
Según el anexo 1 del decreto, la Secretaría de Comunicación y Prensa de la presidencia de la Nación tiene a su cargo las subsecretarías de Vocería, ejercida por el contador Manuel Adorni; de Prensa, de Comunicación Pública (para la cual había sido nombrado Roust), y de Contenidos de Difusión. Entre sus objetivos generales están los de efectuar la planificación, coordinación y ejecución de la publicidad oficial de gestión centralizada y coordinar y ejecutar la de gestión de descentralizada. Y de coordinar con Telam SE todo lo atinente al proceso de publicidad oficial, dado que esa agencia tiene las tareas operativas de contratación y pagos.
La misma secretaría tendrá en su ámbito jurisdiccional las empresas de medios: Radio y Televisión Argentina (RTA) -canal 7 y 50 emisoras de radio-, Telam -agencia de noticias y publicidad- y Contenidos Públicos -señales Encuentro, Paka Paka y DeporTV, entre otras-, tres sociedades del estado que, según algunas fuentes, podrían convertirse en breve en sociedades anónimas con el objetivo de facilitar su privatización.
El decreto del viernes dice expresamente que el área de Stettler no tendrá a su cargo las direcciones nacionales de Prensa, y de Comunicación Institucional, que quedarán en la órbita de la jefatura de gabinete.
N. Posse: Enacom y digitalización del Estado
El decreto 45/2023, que incluye el anexo 2 en el que se describen los objetivos y funciones de la jefatura de gabinete, a cargo de Nicolás Caputo, prevé que allí quede la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, de la que se desprende la Subsecretaría de Tecnologías de la Información (que antes también incluía “y de Comunicaciones”).
Dicha subsecretaría, que conserva las funciones que durante la administración Macri se conocieron como “de Modernización”, tiene entre sus objetivos la participación en la “elaboración y ejecución de la política en materia de telecomunicaciones, en coordinación con las áreas de la Administración Pública Nacional con competencia específica en la materia” y la supervisión de “los organismos y entes de control de los prestadores de los servicios en materia de comunicaciones y de las normas de regulación de las licencias, autorizaciones, permisos o registros de servicios de comunicaciones”. La nueva SubseTI administrará la participación del Estado nacional en la empresa Vehículo Espacial de Nueva Generación SA (Veng) y ejercerá el control tutelar sobre el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Agencia Nacional de Acceso a la Información Pública.
G. Ferraro: comunicaciones, Arsat y Correo
Aunque no está determinado en el decreto 45/23, según pudo saber Convercom.info, el nuevo ministerio de Infraestructura, a cargo de Guillermo Ferraro, incluirá en su organigrama -por ahora limitado a lo heredado del anterior Ministerio de Obras Públicas- una Secretaría de Comunicaciones con dos subsecretarías, una de Planificación y otra de Regulación. Así, la estructura gubernamental dividiría la vieja SubseTIC en dos y se verá cómo terminan congeniando.
Esa secretaría quedaría a cargo de Ignacio Cingolani, que tuvo un paso por el Comité Federal de Radiodifusión (Comfer) y su sucesora, la extinta Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) entre agosto de 2003 y septiembre de 2012, donde ejerció como director nacional de Planeamiento y Desarrollo en el peor momento de persecución contra los medios audiovisuales. Hasta este año, Cingolani fungía como Subsecretario Técnico, Administrativo y Legal del Ministerio de Transporte de la provincia de Buenos Aires en la gestión del reelecto Axel Kicillof.
Infraestructura tendría bajo su control, entre otras, dos empresas clave: Arsat y el Correo Oficial, ambas manejadas hasta ahora por dirigentes de la agrupación kirchnerista La Cámpora. Arsat opera la Red Federal de Fibra Óptica, los satélites Arsat 1 y Arsat 2, un potente datacenter estatal y las estaciones de transmisión de la televisión digital terrestre; y el Correo, a pesar de su enorme ineficiencia, es la red de logística y distribución de mayor capilaridad del país. Ambas compañías fueron incluidas por el presidente Milei en la lista de empresas estatales susceptibles de ser privatizadas.
El decreto 45/2023 incluye otros dos aspectos relacionados con el sector convergente. Por un lado, el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) pasa de la jefatura de gabinete al Ministerio de Capital Humano. En el Inaes recaen el sector de cooperativas, especialmente relevante en el ámbito de las telecomunicaciones y la energía, sectores en los que además están convergiendo.
Y por otro lado, se suprimió la Secretaría de Asuntos Estratégicos, que estuvo a cargo de Gustavo Beliz en el gobierno anterior y que, además de ocuparse las vacunas durante la pandemia, tuvo una fugaz intervención en las definiciones en torno de la adopción del 5G antes de que Sergio Massa, al asumir el ministerio de Economía y convertirse en candidato kirchnerista a la presidencia, tomara las riendas de ese tema.
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