Turquesa Topper es diseñadora y doctora en Ciencias Sociales (UBA). Fue directora de la licenciatura en Diseño y Gestión de Estéticas para la Moda de UADE, donde, con posterioridad a esta entrevista, fue designada decana de la Facultad de Arquitectura y Diseño.
En 2021 estuvo en Conversaciones Convergentes (por entonces, TMT Conversaciones), ciclo de entrevistas que se emite por Metro, UCL Play y Canal E, y que se publican en el canal de YouTube de Convercom.info.
-¿Cómo se definen el diseño y la moda como fenómeno cultural?
-Una gran pregunta. Antes que nada, es importante decir tenemos una idea de la moda como algo siempre directamente asociado a la industria del vestir. Es una idea que muchos años circuló no sólo en lo social o en lo coloquial sino también en ambientes teóricos y más académicos. Hoy en día, y ya desde hace unas décadas, la moda es considerada más globalmente como un fenómeno que incluye al vestir pero que lo trasciende y no es la única industria que hace a su identidad.
La moda es percibida como colaboradora de la gestión de la sociabilidad por lo cual va a tener la capacidad de incidir en comportamientos y hábitos, influir en prácticas sociales y hasta te diría de configurar ciertas cuestiones de expectativas visuales en torno a la identidad. Hoy, con todos los medios y la expansión de la comunicación, la moda tiene un rol clave.
Es un fenómeno social macro que tiene que ver con la sociabilidad contemporánea, cuya industria principal es la industria del vestir, porque tiene un sistema de renovación permanente, pero que la trasciende.
–¿Cómo un país puede desarrollar su moda y las industrias vinculadas a la moda?
-Ese es un tema de alta complejidad. Yo creo que quienes estudian las tendencias o están vinculados a las identidades, regionales y de país, siempre trabajan con la moda. Cuando se entra en esta dimensión del diseño y la industria del vestir, es necesario extraer esos rasgos identitarios. Parte de la configuración de esta identidad parece tener hoy más que ver con una capacidad productiva que pueda dar respuesta a eso que nos hace singulares.
Esto que parece tan simple o tan agradable, convengamos que trae otras dificultades, pero pareciera que el diseño y la moda para lograr esta singularidad propia en un sistema más macro necesitan involucrar algo de la productividad. Por supuesto, esto nos trae serios inconvenientes pero también pareciera que es el lugar donde tenemos que involucrarnos, porque la moda, digamos, no está escindida de un proceso productivo.
-¿Qué pasó con el COVID, la pandemia, el aislamiento, la cuarentena? ¿Hay una moda emergente de estos años?
– Sí, yo creo que seguramente sí. Tu pregunta es algo que quienes trabajamos en la moda nos hacemos de modo permanente en este período.
En relación a la temporalidad la moda tiene una singularidad propia, ya que de alguna manera la condición del tiempo es inherente a la moda. Sin embargo, en un tiempo que trae determinadas características, la moda ha sido, como quien dice, es un poco metafórico, arrinconada. ¿Por qué? Y porque su propia definición, su idea de expansión digamos, de trabajar con esta idea del modelo y de la réplica, se ve trastornada, o por lo menos se ve en necesidad de redefinirse.
El sistema de renovación constante que necesita la moda por esto de la productividad permanente se ha visto afectado. Ya venía en un ciclo acelerado e incluso cuestionado éticamente, lo que alcanza a su lógica del desdecir, que es esto de que afirma algo que después niega para siempre estar en torno a lo nuevo.
Seguramente esta afección, más allá de traer metáforas que ya no son apocalípticas de ciertas visiones de un mundo extra planetario, que ya existían, sino que son mucho más concretas de lo que estamos viendo en lo cotidiano, también han hecho gran parte en lo que podrían ser los nuevos dispositivos de exhibición.
Si bien esto ha sucedido seguramente en otras áreas, en la moda, la exhibición en sí es parte constitutiva. Si bien ya existían desfiles que se producían digitalmente o en formatos de performance que no necesitaban la acción física, el público y el espectador, han crecido mucho otros formatos de difusión de lo que es la moda.
Después hay toda una revisión de lo que sería la intimidad. En particular creo que no es más que una producción de intimidad y que lejos está de tocar la sensibilidad de lo cotidiano, de lo íntimo, pero es algo sobre lo cual está trabajando la moda en esta supuesta comodidad de lo interno, de lo hogareño, que ahora es exhibida.
Pero en sí creo que la moda es una institución de lo efímero, que en este periodo singular de la pandemia, seguramente encuentra nuevas metáforas para los diseñadores. Metáforas que ya estaban latentes, porque la moda tiene esta capacidad de anticipación, pero en lo concreto y en lo productivo me atrevería a decir que lo que ha hecho es, además de colapsar éticamente al propio sistema en cuanto a la renovación, lo que ha también producido es esta gestión de nuevos formatos y todo un desarrollo en relación a aquello que es el comercio digital. Esto ya no es nuevo, pero en la moda se ha puesto en práctica, incluso en la región, de un modo que no conocíamos.
-¿En la moda, de dónde vienen las tendencias?
-Hay una lógica que las tendencias pareciera que vienen de los países desarrollados. Vamos a ponerlo en estos términos porque siempre que uno habla de moda habla de consumo.
La moda está inmersa en el sistema capitalista más allá de que sus fuentes pudieran provenir de hechos externos. Está inserta en el sistema capitalista, y las capitales del mundo que dictaban las tendencias hegemónicamente, lo voy a poner en este discurso enfáticamente, ya tienen una mirada mucho más global y tienen incluida en sí mismas una mirada de lo periférico.
Es muy notorio que los propios laboratorios de tendencias, los que emiten estos informes generales, tienen una clara necesidad de informes que hacen a las regiones y ven lo que ocurre en Sudamérica o en la India. Este discurso polifónico de la moda, si bien tiene un eje en una mirada de lo productivo y de lo global, tiene como un claro recaudo de que para continuar en esta lógica permanente necesita renovarse en identidades más locales.
-¿Cuál es el vínculo entre la moda y el arte?
-Y bueno, yo creo que ese es un umbral que justamente trabaja en una zona de intersección, pero pareciera que tanta implicancia de la moda en el consumo, como sistema que para nutrirse necesita de este modelo, de esta réplica, de esta expansión, a veces es ajena al arte y lo que ocurre es que el arte es su fuente permanente de alimentación.
Y seguramente existen diseñadores que como tales entran en la categoría de artistas. Pero no es, digamos, una característica que pueda aplicarse a la moda en general. Ahora, que el arte y el arte contemporáneo es la fuente de la cual se nutre la moda e incluso me atrevería a decir que el arte contemporáneo replica hoy cuestiones que eran propias del sistema de la moda, bueno, eso sí, es un hecho.
-Mencionaste varias veces la palabra ética en relación a la moda, las tendencias y demás. ¿Cuál es la agenda ética de la moda?
-Y es una pregunta compleja porque seguramente la agenda ética de la moda, a nivel global, tiene que ver con su propio sistema productivo. Hoy es un tema que no está por fuera de los paradigmas sociales: las condiciones de producción y las mismas condiciones del consumo. Lo que pasa que es como si el propio ente emisor cuestionara su metodología.
Seguramente estamos en una revisión metodológica de aquello a lo cual llamábamos moda. Creo que es eso pero la agenda es el compromiso con el planeta, la equidad social, la agenda del mundo, me atrevería a decir, ahora, por supuesto, no está por fuera de las problemáticas del mundo. No hay una moda sin una dimensión política. No existe porque la moda es un fenómeno social.
-¿Y de qué trabaja una licenciada o un licenciado en Diseño y Gestión de Estéticas para la Moda?
-La carrera de Diseño y Gestión de Estéticas para la Moda se ocupa de todo lo que es la configuración de imagen en moda. Si vos estudiás diseño de indumentaria o textil, por supuesto que tenés una mirada global, pero te ocupás del diseño del producto. Aquí tu producto es la imagen. Imagen que en el mundo en general se conoce bajo este tema de las narrativas visuales, el estilismo, pero es cómo comunica la moda.
En principio habría tres grandes áreas que son simplemente incumbencias tentativas en relación a un universo que avanza de modo permanente, pero estaría localizado en la producción de moda, en el análisis de tendencias y todo lo que tiene que ver con la curaduría de estos eventos de exhibición para la moda, desde una vidriera, un desfile, un fashion film.
Hay alguien que se ocupa de la generación, de la comunicación en moda en términos de estéticas que pueden dar nuevos escenarios de consumo. No se ocupa del diseño de producto indumentario o textil, se ocupa de una mirada de la moda más transdisciplinaria.
Hacé tu comentario