Leonardo Mindez que es periodista, subdirector de Infobae América y uno de los argentinos que más conoce Islandia, el fascinante país nórdico que ya había atraído la atención de Jorge Luis Borges.
En 2020 Mindez estuvo en Conversaciones Convergentes (por entonces #TMTconversaciones), ciclo de entrevistas que se emite por los canales Metro, UCLplay y Canal E, donde contó el origen del interés de Borges por este pequeño país y describió las características del lugar, de menos de 400.000 habitantes, y su combinación de estado de bienestar con una capacidad emprendedora única.
-¿Qué tiene Islandia de atractivo, por qué lo atrajo tanto a Borges y qué te atrajo a vos?
-Empecemos por Borges. Una vez según leí que en la biblioteca de su padre había una traducción al inglés de unas de las sagas islandesas más famosas. Islandia tiene un lenguaje muy particular, es un antiguo lenguaje nórdico, otras culturas escandinavas después progresaron y la islandesa -que está muy aislada en el medio del Océano Atlántico- se mantuvo casi intacta. Por eso, la lengua islandesa es muy particular.
A Borges lo atrajo eso y las sagas de relatos mitológicos nórdicos. Se enamoró particularmente de una que encontró en la biblioteca de su padre y a partir de ahí empezó a investigar todo lo relativo a las sagas y a los relatos mitológicos vikingos y nórdicos. Se zambulló en eso y se volvió loco. Él decía que el islandés era el latín del Norte. Se metió en el tema y terminó escribiendo tres libros sobre los relatos nórdicos y sobre algunas figuras retóricas específicas que existen en el lenguaje islandés que es muy particular. Viajó tres veces a Islandia.
Debe haber sido los primeros argentinos que viajó a ese país en los años 70; en alguno de los viajes fue acompañado por María Kodama, que ha contado que buena parte de su relación con Borges se afianzó en Islandia. Así que su enamoramiento con Islandia fue total al punto que en su lápida hoy en Ginebra hay una frase en islandés, tomada de una de las sagas que leía Borges. Su fascinación por la literatura irlandesa fue terrible.
En mi caso es más pedestre, y se basa en la pura curiosidad. Los periodistas somos curiosos y a fines de los años 90 estaba viendo lugares no tan comunes adonde viajar. Con un amigo nos fuimos una semana a Islandia en 1999. Investigué y todo lo que empecé a leer me fascinó porque estaba esta historia de Borges pero además era un país que había logrado un grado de desarrollo increíble en pocas décadas.
Islandia tenía una semindependencia de Dinamarca desde hacía algunos siglos pero se independizó completamente recién en los años 40. Era el país más pobre de Europa, una isla atrasada en el medio del Atlántico, no tenía nada, era un lugar pobrísimo y en pocas décadas se convirtió en un lugar híperdesarrollado que lidera los rankings de calidad de vida.
Islandia está primero en el índice de paz mundial en el mundo, es el país menos violento del mundo; está primero en el ranking de igualdad de género desde hace años; tuvo la primera presidenta mujer electa por el voto popular y la primera ministra lesbiana hace algunos años; está primera en acceso a agua potable y servicios sanitarios; primera en desarrollo y acceso a las tecnologías de la información; segunda en el índice de democracia mundial; segunda en el acceso y calidad del sistema de salud; segunda en el índice de progreso social; y es cuarto país más feliz del mundo. Lidera todos los rankings de calidad de vida del mundo.
Está bien, es una sociedad pequeña, tiene 380.000 habitantes. Sumada a esa calidad de vida tiene unos paisajes espectaculares y un paisaje tipo lunar. Uno cuando llega a Islandia no tiene la sensación de que viajó a otro país sino de que viajó a otro planeta.
-¿Cómo hizo un país tan pequeño, tan inhóspito, con un idioma tan complicado y tan lejano para convertirse en esto que vos estás describiendo, un país desarrollado y súper interesante?
– Obviamente está la cultura nórdica que en muchos aspectos se parece al resto de los países escandinavos, con un estado de bienestar muy bien administrado; obviamente con educación, salud y seguridad de gran calidad y garantizada por el Estado para todo el mundo con impuestos altos. A veces nosotros comparamos eso con nuestros países, que también tienen un Estado al que le pedimos que haga todo y eso genera un relajamiento de la gente. En mi último viaje en el medio de la nada en Islandia le hice a un granjero esa pregunta, sobre el secreto del éxito, y la respuesta que me dio fue que cada persona quiere ser un rey en sí mismo, es el rey de su vida, no quiere deberle nada a nadie y hay un espíritu de sacrificio personal y de demostrar que uno puede salir adelante en la adversidad.
Por un lado, está el Estado que te garantiza todas estas cosas pero no alcanza con esto porque las condiciones son tan hostiles para la vida en ese lugar cerca del círculo Polar Ártico donde casi no hay terreno para cultivar. Por otro lado, cada persona tiene que hacer un gran sacrificio y creo que a través de las décadas y de los siglos ese espíritu vikingo de esforzarse y salir adelante contra toda adversidad y encontrar una manera de llevar adelante una vida, eso fue transmitiéndose.
Para los islandeses es común que todos tengan varios oficios, no solamente todos estudian una profesión, varios tienen dos o tres trabajos y no es porque no les alcanza el sueldo sino porque les gusta desarrollarse en diferentes áreas y hay un gran orgullo personal en salir adelante y mostrar que uno puede hacer las cosas.
Se mezclan esas dos características, la combinación de un Estado eficiente que garantiza ciertas cuestiones y una vocación personal por hacer cosas, por investigar, un gran emprededorismo diríamos a lo mejor nosotros. Esa combinación ha generado esta sociedad tan avanzada y eficiente donde se vive agradablemente. Es una sociedad nórdica o escandinava, una gran clase media diría uno, hay muy pocos ricos, no existe la pobreza, hay pocos millonarios y la gran mayoría vive en una gran clase media con todo lo necesario y más, con una capacidad de viajar y disfrutar de la vida muy amplia.
-Su participación en el mundial de fútbol, algunas series extraordinarias que, Netflix mediante, nos empezaron a llegar, rarezas políticas como el partido pirata. Hay muchas más cosas que la aurora boreal o esa cosa inhóspita, ¿con cuál de todas esas te quedás o cuál agregarías?
-De todo. A ver, tienen algunas cosas geniales como la energía geotérmica. La isla está montada en el medio de la falla tectónica que divide las placas americana y europea y entonces tienen mucha actividad volcánica, los geiseres y las fumarolas. Vos vas por un terreno que es volcánico, negro, tapizado con las matas blancas de nieve y sale vapor del piso o salen géiseres. Eso también es lugar de encuentro social porque hay muchas aguas termales. Solamente la energía geotérmica hace que vos tengas energía eléctrica muy barata y que tengas agua corriente.
El agua que te llega a tu casa cuando abrís la canilla, el agua fría es la más potable y pura del mundo, el agua caliente también viene por red y es termal. En todas las ciudades de Islandia el lugar de encuentro social son las piscinas de aguas termales. Todas las tardes los islandeses cuando salen de trabajar se van a piscinas de aguas termales que hay.
En Reikiavik, por ejemplo, la capital debe haber una decena o más, pero cada pueblito pequeño de Islandia tiene su piscina de agua termal y ahí se encuentran los islandeses a conversar sobre su vida, es el lugar de encuentro social y eso me parece una cosa muy particular y muy genial porque pueden estar rodeados de nieve alrededor, pero se ponen en esas piscinas de aguas termales que son increíbles.
Y después, culturalmente todos conocen a Bjork obviamente que es el gran producto de exportación islandés, quizás el primero. Bjork significa abedul en islandés y el abedul es uno de los pocos árboles que crecen en el país. También hay un licor muy rico que se llama Bjork y es en base a abedul. Así que si van a Islandia pueden traerse un licor de Bjork.
También están las series como vos decías. Cualquiera puede ver Trapped en Netflix hoy, una gran serie policial islandesa. Y hay que esperar un poquito, yo ya me la vi porque me la encontré por Internet pero seguramente llegará a alguna plataforma en breve una que salió hace muy poquito con el mismo protagonista de Trapped, que se llama Olafur Olafson, que es uno de los actores principales de Islandia que aparece en todas las series. Ese mismo actor protagoniza esta otra serie que es genial que se llama El ministro, The Minister en inglés, y se trata de un señor con trastorno bipolar que llega a primer ministro de Islandia y es muy interesante. La verdad es una mezcla de Borgen y House Of Cards a la islandesa que recomiendo mucho.
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