Andy Clar es publicista, artista plástica y creadora de Chicas en New York, una idea que nació como blog se transformó en una comunidad y hoy es una plataforma 360 con una tarjeta de crédito, dos libros, programa de TV y experiencias de viaje, que son sólo el comienzo de un recorrido que apenas parece empezar.
Charlé con Andy en #TMTconversaciones (Canal Metro, domingos a las 18.30) y quedé sorprendido con el tremendo potencial que puede desplegar una idea simple convertida en una comunidad.
-Chicas en New York era un blog… pero ahora es un montón de cosas
-Es una comunidad de mujeres viajeras que aman viajar y disfrutar de la vida. Es muy amplio. El blog se transformó en una web donde hay información para las mujeres a las que les gusta viajar.
-Y de ahí surgió el libro, el programa de televisión…
-Sí, de ese sueño y de esa cosa como muy informal que hice un poco por casualidad surgieron varias cosas antes que el libro y el programa, que fue lo último. Al principio empecé a comunicarme con la gente para contarle tips y secretitos de la ciudad de Nueva York y la gente se empezó a sumar desde un lugar de amigos.
«Es una comunidad de mujeres viajeras que aman viajar y disfrutar de la vida. Es muy amplio. El blog se transformó en una web donde hay información para las mujeres a las que les gusta viajar»
-Uno, dos, tres… tres millones y medio
-Sí, ese es el número hoy. Al principio era poca gente, que en realidad a la que le pasaba esos tips. Después dije voy a poner la información en un lugar a lo que puedan acceder porque ya era muy personalizado y me demandaba mucho tiempo. Ahí surgió el blog
-¿Cómo es tu público?
-Es interesante porque hubo un cambio muy importante desde que empezamos hasta ahora. Al principio era muy de nicho, mujeres que querían viajar a Nueva York o estaban por viajar y buscaban información relacionada con el tema. Después esto empezó a crecer a través de las redes sociales, yo empecé a mostrarme y a contar cómo pienso, las cosas que me gustan o interesan y cuáles son mis sueños. Y la gente empezó a sentir cierta empatía…
-Ya no era un sitio de información frío sino que eras vos dando tu propia mirada
– Mi mirada, mi forma de viajar, dando mis tips y mostrando las cosas que a mi me gustan y escuchando lo que quiere la comunidad. Ese es un poco el core de Chicas en New York, escuchar lo que ellas quieren, hacer las cosas entre todas y yo responder, porque es un sitio de servicio. Lo tengo claro y me encanta hacerlo. Ahí empezó a crecer la comunidad con este ida y vuelta que surgió a partir de un tip. Esto empezó a crecer y a crecer y me empezaron a decir que querían viajar conmigo y a mi me parecía una locura y dije probemos. Hicimos una prueba piloto.
-Empezaron los tours…
-No los llamamos tours sino experiencias porque en definitiva son paquetitos que armamos muy puntuales y bien diferenciados y a medida de cada uno de los grupos de las chicas que se postulan para viajar.
-Además imagino que no es el típico turismo de ir a ver los lugares a donde van… los turistas
-Todo lo contrario. Obviamente hay chicas que viajan por primera vez y nosotros armamos un calendario con actividades sugeridas y con recomendaciones de cuál es la mejor forma de aprovechar los tiempos y los recursos en la ciudad. Después armamos experiencias puntuales que son las únicas que son grupales porque el resto del tiempo están solas, no vamos todas juntas tipo viaje de 15. Armamos experiencias muy pensadas para cada uno de los grupos o para las temáticas que son distintas
– Las experiencias tienen que ver con gastronomía, lugares, compras…
-Compras no, porque a las mujeres no necesitan que le enseñen mucho, a eso lo hace cada una por su lado en el tiempo libro. Sí están enfocadas en temáticas… Nosotros hacemos dos viajes al año, son pocos, y las últimas experiencias son más un mix. Antes hacíamos algunas más tirando a la moda o la gastronomía, y descubrimos que a las mujeres de todo. Entonces hicimos viajes un poco más mixtos, con variedad, eran más divertidos. Gastronomía, moda, experiencias sensoriales…
-Hay un género nuevo que es el viajar con amigas y a Nueva York en particular ¿Es así?
-Creo que contagia, lo que nosotros hicimos contagió mucho. Y a muchas chicas les surgieron las ganas…. Es lo que yo quería mostrar, que hay muchas formas de viajar. En familia, en pareja y con amigas que es animarte a tener una ciudad para vos sola. Está buenísimo y Nueva York se presta para eso, salís, comés rico, salís a la noche.
«Nosotros hacemos dos viajes al año, son pocos, y las últimas experiencias son más un mix. Antes hacíamos algunas más tirando a la moda o la gastronomía, y descubrimos que a las mujeres de todo. Entonces hicimos viajes un poco más mixtos, con variedad, eran más divertidos. Gastronomía, moda, experiencias sensoriales»
-Pero debe haber algo más, porque muchas ciudades en las que se puede hacer eso. ¿Cómo se construyó esa idea de Nueva York?
-El cine hizo la magia como en muchos otros aspectos, es una máquina de marketing.
-Y la ciudad no defrauda
-Es la ciudad con el mayor marketing del mundo. New York tiene una historia que va generando un inconsciente colectivo en la gente que quiere sentir esa sensación. Uno va caminando por New York y sentís que estás en una película. Tengas la edad que tengas, desde Audrey Hepburn a Sarah Jessica Parker, de Woody Allen a Frank Sinatra. Es la ciudad en la que más películas se filmaron y Hollywood hace magia
-Esa magia es igual para todos los públicos o con los y las argentina es especial.
-Creo que con todos los públicos es especial. Hay muchas cosas que influyen en esta historia de la ciudad que hace que en todo el mundo sea fuerte. Pero entre las argentinas el turismo a esta ciudad creció muchísimo.
-¿Cómo empezó este fenómeno de Chicas en NY? ¿Cómo fue el principio?
-Tiene que ver con mi vida, tiene que ver con cosas que me pasaron a mi en la vida. Yo tengo una agencia de publicidad con mi marido en la que trabajo desde 15 años, donde la creatividad es fuerte y siempre hay cosas que te van quedando del trabajo con los clientes -porque uno impone sus cosas pero se adapta porque es un negocio-. Había un montón de cosas en las que yo decía, esto hay que hacerlo de otra manera. Chicas en NY en un punto fue como una especie de revancha de decir, se puede mostrar esto desde otro lado. Eso desde el punto de vista comercial. Y desde lo emocional, hace muchos años tuve un accidente, me pisó un colectivo cuando tenía 23 años, y estuve sin caminar un año. Eso fue como un antes y un después, como un empezar de vuelta. El hecho de que me hayan dicho que no iba a volver a caminar me puso las pilas para decir, sí lo voy a hacer. Le decía a mi mamá yo voy a volver a caminar, y voy a caminar por todas las ciudades del mundo. Me lo propuse, y en ese momento no sabía lo que iba a pasar ahora. Y cuando empecé con Chicas de NY me agarré de eso y creo que esta es la forma de hacerlo realidad.
-Ahí hubo un reset, un empezar de vuelta
-De hecho, el 24 de abril festejo mi segundo cumpleaños porque fue empezar de cero. Y Chicas fue el broche de oro, el moño que le puso magia a lo que había pasado. Ahora voy hacer lo que tenía ganas de hacer.
-Y ahora es una empresa
-Ahora es un 360, el tema de la creatividad, las ganas de hacer e ir para adelante y creer que todo es posible llevó el proyecto que era mini a una especie de medio 360.
-¿Cómo fue cuando llegó la primera marca?
-Este es un lugar para mostrar las marcas metido dentro de las experiencias sin necesidad de la publicidad tradicional. Esto fue hace varios años, todavía no se hablaba de brand content. Incluso los clientes de la agencia, de esos que me pedían los tradicionales, me pedían aparecer en Chicas. Acá todo está pensando para que las chicas tengan un diferencial. Si entra una marca, es para bancar un viaje para las viajeras, que tengan un beneficio exclusivo. Y que tengan que ver con el espíritu de Chicas 100%. Nunca me vas a ver hablando de una marca que no tenga los valores de Chicas. Y siempre tiene que tener un beneficio para nuestras lectoras o nuestra viajera.
Y así surgieron varias cosas. Primero el libro que fue pedido por las chicas. Yo decía es una locura, el libro en papel ¿venderá? Entonces justo vino una editorial que me propuso hacer el libro, Penguin Random House, y yo no lo podía creer. Pensé que iba a ser una editorial chiquita y cayó una editorial internacional con distribución en toda la Argentina, Chile, Uruguay, Nueva York.. y fue como un sueño. No lo podía creer no cuando salió el libro sino cuando a la semana se agotó, se convierte en best seller y va por la séptima edición.
«Si entra una marca, es para bancar un viaje para las viajeras, que tengan un beneficio exclusivo. Y que tengan que ver con el espíritu de Chicas 100%. Nunca me vas a ver hablando de una marca que no tenga los valores de Chicas. Y siempre tiene que tener un beneficio para nuestras lectoras o nuestra viajera»
-Y se viene el próximo
-Si, será Chicas de Viaje, que sale esta vez por Planeta a principios del año que viene. Ahí vamos a hablar de varios destinos del mundo porque esto empezó a crecer
-Es un formato: Chicas en…
-Chicas de Viaje abarca muchos destinos, el programa se llama así. La gente empieza a pedir otros destinos. Empezamos a probar con otros lugares. El primer destino que probé, chiquito, fue Colonia y anduvo muy bien.
-¿Cómo gestionás todo esto que demanda contenidos, creatividad y operatividad?
-Yo soy una especie de máquina, el equipo es chico pero tengo la agencia atrás que me soporta y aguanta mis goleadas. Ahora estoy escribiendo dos libros al mismo tiempo, con la producción del programa nuevo, y a mi siempre se me ocurren más cosas.
Dentro del equipo de Chicas somos tres, y hay algunas otras que nos seguían en la comunidad y las sumamos y trabajan por proyectos. Somos tres, y las tres hacemos todos. Contenidos, comercial y yo, que manejo mis propias redes. No lo quiero delegar porque el termómetro de lo que pasa en las redes sociales es el que marca el ritmo de mi negocio. Yo hablo con las chicas, las quiero escuchar, saber qué quieren…Así surgió la tarjeta de crédito, hicimos un producto súper innovador: la primera vez que un banco hace una alianza o un cobranding con una comunidad digital, y tan de nicho.
-Donde hay una afinidad intangible difícil de describir que es muy claro
-No lo hice sola, lo hicimos entre todas. Dije, chicas tengo esta idea, ¿la lanzo?
-¿Y cómo anda la tarjeta?
-Espectacular, no lo podemos creer… espectacular. Es realmente una tarjeta diferente, está pensada por ellas. Yo les pregunté qué quieren que tenga la tarjeta. Y la devolución fue: queremos que tenga millas para viajar a cualquier parte del mundo, descuento en todo lo que tenga que ver con los viajes, capacitaciones… Al margen de todo lo que tiene una tarjeta de crédito. Y todo eso que querían está hoy en una tarjeta de crédito.
-¿Esta comunidad era algo que existía y nadie vio o que tiene que ver con la época en que hay algo en este tiempo que demanda este tipo de cosas?
-Creo mucho en hacer foco en determinados targets y que es más productivo sobre todo cuando no tenés un producto que es masivo. En este caso se dio de manera natural y después con mis skills supe encarrilar sin perder la esencia. Creo que hay un montón de proyectos de otras características que funcionan muy bien. No se si tiene que ver con la época, creo que tiene que ver con encontrar la voz. Creo que encontré una forma de comunicarme en la que soy yo, la misma que soy en mi casa, en las redes, me equivoco… Soy una mujer normal, real, no soy una celebridad. Y eso acercó mucho a la gente a que se sientan identificada en algún punto. Tengo hijos, una familia numerosa, trabajo, hago lo que puedo, viajo porque me encanta… Eso sí es de la mujer muy de hoy. Y yo mostré esa parte mía
«Creo que encontré una forma de comunicarme en la que soy yo, la misma que soy en mi casa, en las redes, me equivoco… Soy una mujer normal, real, no soy una celebridad. Y eso acercó mucho a la gente a que se sientan identificada en algún punto»
-La mujer orquesta
-Sí, que hace lo que puede. Y lo que quiere. Incentivamos un poco eso, que hagan lo que quieran hacer, animarse a vivir los sueños. Un poco eso, mezclado con Nueva York que es infalible. En un principio mi público eran solo mujeres que querían viajar o que iban a New York, pero después se empezó a abrir un poco por esto. Se sumaron las mujeres que empezaron a sentirse identificadas, las que decían alguna vez voy a ir o sueño con ir. Y con el libro se sumaron muchos hombres esos a los que no les daba para poner like a las fotos, pero vieron que tenía buena data. Entonces, la mujer incitó un poco al hombre. Con el programa se hizo más popular.
-¿Cómo fue el programa?
-En realidad es el tercero. Los otros dos fueron online, el primero fue en FWTV. Mostraba mi esencia 100% y amé hacer ese programa. El segundo fue Chicas que Corren en Infobae. pensado en las mujeres amateur que hacer running. Había ahí una historia fuerte detrás de cada mujer que corre. Y ahora Chicas de Viaje en Telefe. Fue un desafío hermoso. Nunca me imaginé a los 44 años tener por primera vez un programa de TV al aire en un canal líder.
-Agencia de publicidad, Chicas en NY.. ¿y el arte?
-El arte tiene que ver con mi vida cotidiana, nunca lo voy a abandonar. Tengo un atelier en mi casa. Amo pintar, pinto desde que soy muy chica, mi mamá era profesora de arte, en mi casa se pintaba, tengo tíos artistas. Literalmente, crecí entre el perfume de los óleos. Para mi es un cable a tierra. Cuando necesito una bajada, entro al estudio y me encierro. De hecho tengo una producción enorme, expuse en Dubai y París, pero me lo guardo para mi.
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