Por María Laura García
Vivimos en un mundo incierto, en el que, a pesar de los avances de la ciencia y la tecnología, poco sabemos sobre los desafíos que vendrán en el futuro cercano. Pareciera que es justamente esta incertidumbre la que tenemos que aprender a gestionar para adaptarnos a los tiempos que corren.
Además de la incertidumbre, hay otros dos elementos del mundo actual que nos pueden ayudar a marcar un rumbo a los que formamos parte del ecosistema de la comunicación: las urgencias y las oportunidades.
Vivimos en un mundo de urgencias, lo cual en gran medida exige que toda decisión que tomemos considere no sólo el impacto de corto plazo sino una visión del conjunto y objetivos de largo plazo. Este mundo de urgencias choca con la necesidad de adoptar un cambio de paradigma y avanzar por vías alternativas que nos permitan alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). Pero también vivimos en un mundo de oportunidades y vale la pena focalizarnos en ellas, sin descuidar las urgencias y el largo plazo.
Hoy tenemos la oportunidad de construir ecosistemas más sustentables. Para ello, las tecnologías emergentes nos ofrecen herramientas muy valiosas, pero para poder aprovechar sus oportunidades, primero tenemos que desarrollar una comprensión profunda de los desafíos que nos plantean.
El mundo de la comunicación y de los contenidos fue el primero en evolucionar en términos de transformación digital y como tal, es un actor fundamental en el desarrollo de una visión crítica al respecto. Desarrollar un pensamiento crítico sobre el uso y la implementación de las herramientas que ofrece el mundo digital implica, entre otras cosas, poder reconocer los sesgos a los que estamos expuestos constantemente. El pensamiento crítico resulta una de las habilidades fundamentales tanto para la alfabetización digital como para la digitalización informativa. No deberíamos pensar en liderazgo o comunicación sin pensamiento crítico.
En este mundo incierto, de urgencias e incontables oportunidades, sería oportuno avanzar hacia un nuevo tipo de liderazgo que tome en cuenta las consecuencias de largo plazo de las decisiones, hacia una toma de decisiones horizontal, innovadora y sustentable, inmersa en el ecosistema más amplio al cual pertenece. El mundo de la comunicación bien podría acompañar esta transformación y fomentar no solo nuevos tipos de liderazgos, sino también crear contextos que ayuden y promuevan el pensamiento crítico de los otros.
—–
La autora es fundadora y presidenta de Global News Group. Anteriormente, trabajó como asesora de prensa para varias organizaciones, analista de medios y coordinadora de prensa extranjera y periodista
Ayudanos a seguir pensando, buscando y elaborando información para conectar a la sociedad. Si valoras lo que hacemos....
Hacé tu comentario