Alejandro Lastra es abogado (UBA), director de Regulación y Asuntos Públicos de Telefónica Movistar Argentina -compañía en la que lleva más de 20 años- y presidente de la flamante cámara IDA, Infraestructura Digital Argentina. Cursó estudios de posgrado en leyes en la Southern Methodist University y recibió formación directiva en el IAE, escuela de negocios de la Universidad Austral.

En 2022 estuvo en Conversaciones Convergentes, ciclo de entrevistas que se emite por las señales Metro, UCLplay y Canal E, para presentar IDA, nueva entidad que se suma a un amplio grupo de asociaciones representativas de las telecomunicaciones, la conectividad y los contenidos en el país.

-¿De qué se trata IDA? ¿De qué se trata Infraestructura Digital Argentina? Con ese nombre tan sugestivo.

-El nombre tiene que ver con lo que creemos es una falta de discusión en la Argentina en relación al desarrollo de la infraestructura digital. Y creemos que el desarrollo de la infraestructura digital es clave para el desarrollo de la economía del país y para el desarrollo social del país. Y que había que poner una voz, había que poner una plataforma institucional que pudiera hablar de políticas públicas en relación al desarrollo de infraestructura digital, entendida en un sentido amplio. Básicamente estoy hablando de infraestructura de conectividad y de servicios en la nube, dos infraestructuras que son absolutamente complementarias y necesarias para desarrollar. Que son cada vez más indisociables para desarrollar todos los servicios que, de alguna manera, corren por las redes de conectividad y que usan los clientes o que usamos las empresas, que usan las pymes. Además de la conectividad y la nube, las otras dos cuestiones que nos parecen fundamentales son las políticas públicas de privacidad y de seguridad. Sin confianza digital, no hay posibilidad de que la sociedad pueda aprovechar acabadamente los beneficios que trae la digitalización.

-¿Quiénes integran esta nueva cámara?

-La nueva cámara está integrada por un grupo de empresas que damos servicios de Internet, de televisión o de telefonía y que estamos distribuidos en distintos lugares del país. Somos seis o siete fundadores, entre los que está Telefónica Movistar; Carlos Paz Cable; San Juan Cablecolor; Gino Genovecio, un prestador de Dean Funes; Marcelo D’Ambrosio, que tiene operaciones en La Pampa, y Estación, que es una empresa mediana que tiene distintas operaciones en el país.

-¿Y cuál es la agenda de IDA?

-Bueno, cuando nos empezamos a reunir, miramos un poco el panorama de lo que la Argentina necesita pensando en el largo plazo. Nosotros creemos que el largo plazo es un gran ordenador de la discusión.

-¿Qué queremos que suceda de aquí a 10 años?

-¿Cómo queremos que sea la infraestructura digital de aquí a 10 años? Podrían ser 5, pero pensarlo en largo plazo y eso te termina ordenando las decisiones que tenés que tomar hoy para que esa imagen que tenés de lo que querés que suceda, suceda.

Lamentablemente la Argentina siempre cae en discusiones de coyuntura, si querés, muy propias de la emergencia, y tenemos muy poco espacio para discutir o para conversar y para traer a la mesa cuestiones que tienen que ver con el largo plazo. Nosotros queremos hacer ese aporte desde desde la heterogeneidad que tiene este sector, donde todos tenemos historias diferentes. El que es ISP tiene una historia y trae un bagaje y trae una problemática que es muy distinta de la del que es cablero o de una compañía muy grande de telecomunicaciones como es Telefónica Movistar.

Nos parecía que teníamos que encontrar una síntesis de esa heterogeneidad en lugares o en denominadores comunes que nos permita proponer a la Argentina en su conjunto, tanto en el sector público como en la sociedad, cuál es el camino que tenemos que llevar adelante. Así empezamos a trabajar, estuvimos un año y pico llevando adelante conversaciones, y nos parecía que había mucha riqueza en poder estar de alguna manera sentados en la misma mesa pequeños, medianos y grandes discutiendo políticas públicas. Eso es algo que, por lo general, incluso los gobiernos no hacen: no sientan a la mesa a todo el sector que es amplio y heterogéneo, tiene historias muy distintas que la convergencia fue uniendo con denominadores comunes.

Creemos que hay que pensar el desarrollo del país en cuatro ejes: conectividad, servicios en la nube, privacidad y seguridad. Otros países, incluso de la región, que dan la impresión de haber hecho más rápido la convergencia, han ido definiendo la nueva cadena de valor de la industria con empresas que se han concentrado en infraestructura y empresas que sobre esa infraestructura proveen servicios -a veces infraestructura propia y crecientemente infraestructura que contratan al nuevo eslabón que se ha consolidado-.

-Da la impresión de que en Argentina todavía se están moviéndose esas placas tectónicas y esa nueva cadena de valor no está muy nítida todavía ¿Cómo es ese ecosistema? ¿Hoy tenemos claramente un sector más orientado a la infraestructura, otro más orientado a la prestación de servicios dentro de ese amplio conjunto del sector de las telecomunicaciones? ¿Argentina presenta una particularidad?

-Siempre tenemos alguna particularidad. Pero nuestra particularidad, si querés, es bellísima, porque es un país muy grande, con concentración de población en algunos centros urbanos y una geografía muy amplia, con poca población, que históricamente ha estado cubierta por ISP, cooperativas y cableoperadores. Cuando vos mirás la heterogeneidad de prestadores que hay en la Argentina, yo creo que de alguna manera llevan a que esa conversación en relación a cómo hacemos el desarrollo de infraestructura no tenga que pasar tanto por la división…

-La especialización

-Claro, por la especialización, y por la compartición. Es decir, cómo generamos modelos de negocios e incentivos para que todos estos prestadores puedan compartir infraestructura. Puedan hacer inversiones que sean mucho más beneficiosas y que bajen los costos de operación. Hay que pensar un modelo de compartición y modelos de negocios para atender las problemáticas que tiene la Argentina. Que en algún caso podrá ser la creación de alguna empresa de infraestructura o de redes neutrales. Y en otro caso, por ahí es un grupo de prestadores dando un servicio de manera conjunta con lo que es la infraestructura, creando nuevas sociedades.

Ahí hay una discusión que en la Argentina todavía no se ha dado y que nosotros desde Infraestructura Digital Argentina (IDA) queremos aportar. Creemos que la compartición de infraestructura, mirando lo que son las nuevas redes, de la Internet que se viene de alta velocidad y baja latencia, va a requerir una gran capacidad de cooperación entre los operadores de redes.

-Expliquémosle al público que no es especialista, qué es la compartición de infraestructura en el ámbito de las comunicaciones y cuál es la agenda de la nueva cámara en ese sentido, porque el tema de compartición ha sido una cuestión espinosa, tanto entre privados como a la hora de la regulación o de la política pública.

-Voy a tratar de simplificarlo, de hacerlo lo más sencillo que pueda, pero históricamente, cuando nosotros tiramos una red de telecomunicaciones, para que un cliente de mi red pueda hablar con un cliente de otra red, siempre tenemos que compartir elementos para la comunicación se pueda dar. Eso es histórico del mundo de las telecomunicaciones y eventualmente cuando los cableros se vinieron a dar Internet o voz sobre IP, también eso empezó a generarse.

A partir de ahí, aparece la discusión de lo que en el sector llamamos compartición de infraestructura pasiva. Es decir, de todos los elementos que hacen a la construcción de la red, pero que no transmiten datos.

-Postes, ductos…
-Exactamente, el poste donde cuelgo mi fibra o mi cable, el ducto que es el caño que va por debajo de la tierra y que por ahí va corriendo al costado de una ruta, etc.

-Eso generó alguna controversia
-Lo que nosotros estamos viendo ahora es que los nuevos modelos de negocio pasan por los operadores de red que se ponen de acuerdo en cómo compartir y ya no sólo comparten la infraestructura pasiva sino que pensás en compartir la infraestructura activa. Es decir, aquello que conecta al cliente, porque hoy la tecnología te lo permite hacer. Hoy las redes tienen tanta potencia que tiene sentido compartir inversiones para ir más rápido, conectar más lugares y a la vez dar un buen servicio
que no necesariamente tiene que pasar por mi propia red, como era hace 6 ó 7 años el paradigma. Hoy las redes te permiten, si querés, el software con la electrónica, compartimentar mis clientes, saber cuáles son los clientes que están cursando el tráfico, etc. Con lo cual podemos compartir la misma red y vos cobrar tus clientes y yo cobrar los míos. Digamos que antes iban dos cables en paralelo, competían los dos en la vereda por el vecino que tiene su casa frente a esa doble red y ahora puede ir una porque la otra puede desplegarse en otro lado, y dentro de ese cable es posible la competencia

-La competencia por sobre esa infraestructura

-Exactamente. Creemos que la competencia es clave para que el servicio sea asequible y para que el cliente tenga la posibilidad de elegir, pero ya no necesariamente la competencia es de dos redes que compiten sino de servicios que se ofrecen a través de una misma red.

-Ese es un modelo que en el mundo viene creciendo mucho

-Absolutamente

-Y que en Argentina requiere de una conversación más compleja por la particularidad de los actores que actuamos en el mercado. Regulatoriamente, ¿hay una agenda pendiente ahí?

-Absolutamente. Si querés, la regulación se queda mucho en lo que mencionábamos como infraestructura pasiva. Pero están apareciendo modelos que no están incentivados por la regulación y que muestran a dos o tres operadores compartiendo una red. Hay casos muy significativos porque uno podría pensar que la red tiene que ser una red nacional y que tiene que ser un gran operador. Y no, vos te vas a encontrar en localidades de la provincia de La Pampa con cinco o seis prestadores compartiendo una sola red que se pusieron de acuerdo entre ellos. Creo que la mirada regulatoria debería apuntar a cómo incentivar que eso suceda más.

-No como ha sido hasta ahora, como castigo al que no comparte

-La regulación tiene que empezar a dar incentivos a la inversión, a mirar cómo quiere que sea el modelo, cómo fomentarlo y no tanto en cómo controlarlo. Tanta regulación, a fina del día, termina quitando innovación y capacidad de crear al sector.

-Entre los puntos core de la agenda de la nueva cámara que mencionaste había dos que me interesan particularmente. Empecemos por uno, el de los servicios en la nube. ¿Qué es eso y por qué es uno de los puntos core de la agenda?

-Bueno, es interesante. Punto uno, son servicios que son elementales para el desarrollo de nuestro servicio si querés telecomunicaciones o conectividad. Son esenciales para la digitalización especialmente de la economía. Cuando uno piensa en la digitalización de la economía, piensa en una pyme que empieza, a partir de una mejora en su conectividad, a poder hacer distintas cosas digitalmente.

-Vender, facturar, gestionar sus clientes
-Toda esta digitalización del mundo pyme si lo hacés con buenos servicios en la nube se acelera sustancialmente. Con lo cual creemos que los servicios en la nube son una pata fundamental para el desarrollo de la digitalización de la Argentina. Ahora, dicho esto, los servicios en la nube…

-Te interrumpo brevemente para subrayar algo: digitalizar la economía es aumentar su productividad, lo cual implicaría mejores salarios, mejores servicios, mejor calidad de vida.

-Absolutamente. De hecho, ahí hay un salto que es necesario para nuestro sistema y matriz económica. Entonces, cuando decimos servicios en la nube suena a algo bastante etéreo, como si la nube no fueran centro de datos, centro de cómputos, computadoras, electrónica y software que terminan estando alojados en algún lugar. Son grandes inmuebles con esa inversión y que permiten el procesamiento de datos. Estos servicios en la nube finalmente son los que te permiten el desarrollo de la inteligencia artificial, son los que te permiten el desarrollo del big data, el análisis de datos. Es decir, todo este mundo de servicios en la nube nos parece que es clave que se lo mire armónicamente cuando se habla de políticas públicas de conectividad. Y hablo de políticas públicas y no de regulación, porque la regulación es una pata de la política pública. También hay que pensar en cómo diseñamos políticas públicas para que el desarrollo de servicios en la nube pueda llegar a todos los ciudadanos.

-¿Se habla menos de ese tema?

-Nosotros creemos que en la Argentina no se está discutiendo ese tema y nos parece que es fundamental que sea parte del debate cuando discutimos infraestructura. Porque son infraestructurales, no es una cosa etérea que no sabemos dónde está. Está claramente alojada, tiene grandes inversiones, son servicios que están activos 7 por 24 y con un nivel de prestación fenomenal. Y cuanto mejor estén, y cuanto más desarrollo tengan, y cuanto más inversión de ellos haya en la Argentina, mejor va a ser para todo nuestro ecosistema socioeconómico.

-Y la otra pata es la de la privacidad. Porque hasta ahí venía más o menos entendiendo y diciendo bueno, sí, son el ABC, digamos. Pero en el ABC sumaste un tema del que en el mundo se conversa mucho, por filtraciones, por exigencias de gobiernos, por ejemplo en la Unión Europea, a a través de reglamentaciones nuevas, por multas que se ponen cuando no se han protegido suficientemente los datos. ¿Por qué está la privacidad entre los ejes de IDA?

-Dos razones. La primera y principal es que no hay posibilidad de un desarrollo digital que termine redundando en un beneficio social si la gente no confía en ese sistema. Si la gente no se siente cómoda con lo que se hace con sus datos. Lo cierto es que los datos de las personas son hoy un factor de producción y cuidarlos, respetarlos y hacer lo que el ciudadano quiere que hagamos con sus datos es clave. Con lo cual, en ese aspecto, creemos que para el desarrollo de la digitalización de la Argentina es muy importante proteger la privacidad y pensar en cómo se protege la privacidad.

La otra razón se relaciona con la Economía del Conocimiento. La infraestructura digital te permite ofrecer otros servicios y tener estándares de privacidad va a permitir dar servicios a distintos países, seguir exportando esos servicios. Por eso redunda, además de en un beneficio para el individuo o el ciudadano, en un beneficio también para el país, tener estándares de privacidad que permitan interactuar con otros países de manera amplia, abierta y poder vender servicios desde la Argentina.

Me contaste la agenda, quiénes se juntaron. Ahora, ¿desde qué diagnóstico parten? Es decir, ¿cuánto falta desplegar, desarrollar? Si querés, en el mundo empresarial, en definitiva, eso termina en un número que es de cuánta plata estamos hablando. ¿Cuál es la inversión que Argentina necesita en infraestructura digital, en despliegue de infraestructura digital, digamos, para ponerse a tono? No con Europa o Estados Unidos, sino tal vez con los mejores ejemplos de la región o al menos el promedio de la región.

-La Argentina tiene particularidades que van desde lugares donde tenés buena conectividad, pero tenés baja velocidad, o lugares donde tenés una alta velocidad pero muy poca densidad de conectividad. Nosotros partimos de un análisis que arranca por tener una conversación para resolver esos problemas atendiendo a cada situación geográfica que tiene la Argentina. Por eso es difícil decirte cuál es exactamente el mecanismo, porque vos tenés que mirar cada geografía, cada situación y cada problemática con una mirada específica a esa situación.

La Argentina empezó tarde a hacer su despliegue de fibra, pero se está haciendo muy rápidamente, especialmente las ISP, las cooperativas y las cableras, están realmente poniendo fibra en toda la República Argentina. Tenemos que poder aprovechar muy bien esa fibra y ayudar a que esos despliegues se hagan más rápido, porque te diría que el primer desafío es el despliegue de fibra óptica.

Si queremos lograr un desarrollo integral de la República Argentina, deslocalizar ciertos centros de inversiones, como por ejemplo en economía del conocimiento, a lo largo y a lo ancho del país, necesitamos que la fibra se siga desarrollando. Entonces, el primer gran desafío es cómo hacemos para generar modelo de negocio para que la fibra se vaya desarrollando. Ese es el plano de base, digamos.

El segundo es cómo logramos que se entienda que pymes, cooperativas, cableras, empresas grandes y medianas, podemos llegar a objetivos comunes cuando miramos el largo plazo y no nos peleamos por el pago chico y por las situaciones pequeñas de todos los días, que no digo que sean triviales, pero que a veces son el árbol que no nos permite ver el bosque.

Las dos cosas clave: una es cómo desarrollamos más rápido la fibra en la Argentina, cómo logramos que haya mayor compartición de infraestructura en acuerdos entre privados para desplegar más rápido y el hecho de poder sentarnos todos en una mesa, en un diálogo que en el fondo es una cuestión de a dos, es como bailar el tango, no te tengo que andar pisoteando, tengo que acompañarte y tengo que dejarme llevar. Ese diálogo es clave en el sector, creo que se está empezando a dar e Infraestructura Digital Argentina viene a aportar una voz en ese diálogo que se está abriendo. Y también hay que dialogar con el sector público. Fibra por todos lados, esa es la clave en cualquier geografía, también en la Argentina
para el desarrollo de la digitalización y sobre la digitalización viene el aumento de la productividad del país.

-Ahora, sobre ese terreno está aterrizando un plato volador que viene un poco retrasado que es el del 5G, que tiene un elemento de infraestructura importante o yo me equivoco

-Absolutamente, no estoy tan seguro que esté retrasado. Chile ya tiene redes comerciales, Brasil tiene licitado. Son incipientes. Argentina no tiene todavía novedades [la entrevista se realizó antes del llamado a concurso para subastar frecuencias]. Que el 5G es claramente una evolución tecnológica, y lo puedes pensar como una nueva tecnología o también lo puedes pensar como un nuevo modelo de gestión del ecosistema de red. Entonces ahí para nosotros es clave que cuando se piense en el despliegue de 5G, se piense en cómo hacemos un modelo en el cual todo el ecosistema pueda beneficiarse y eso no necesariamente significa que tenga que darle el espectro a todo el mundo.

Al espectro hay que entregarlo eficientemente a quien lo vaya a explotar mejor pero cómo compartimos redes para que ese despliegue de 5G se haga más barato, más rápido y mejor debería ser parte de la discusión.

-¿Cómo recibió a IDA el resto del sector, que ya tiene muchas cámaras? Algunas muy antiguas, como ATVC, Cicomra, Cabase y delas cámaras pyme. Hay un ecosistema de cámaras que ustedes mismos, las empresas que integran IDA, también integran y hay mesas más informales de diálogo empresarial. Ese ecosistema que estaba medio consolidado, ¿cómo recibió la novedad IDA?

-Con matices. Y dejame ponerte los matices en dos lugares. Unos lo vieron bien y otros con un poquito más de desconfianza. Quizás hasta podrías ponerle la palabra enojo, que yo no creo que sea enojo, sino más bien desconfianza. Claramente hay una pregunta, es por qué una cámara nueva en un ecosistema que tiene tantas cámaras.

Lo cierto es que las cámaras cuando las mirás, todas responden a una razón histórica y todas responden a una problemática. Nosotros creemos que tienen que seguir estando. ¿Por qué una cámara pyme tiene que dejar de representar a las pyme si las pyme tienen problemáticas propias?

La voz que nosotros queremos traer, y por eso nos cuesta llamarnos cámara y preferimos llamarnos plataforma institucional, es una voz que pueda aunar la mirada de pequeños, medianos y grandes, y que pueda aunar una mirada de largo plazo. Creemos que esa mirada no estaba en las cámaras que actualmente están.

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