¿Deben los medios aceptar fondos de Google y Meta? Ese fue el disparador con el que se convocó al debate que marca acaloradas discusiones dentro de la industria periodística a futuro y que, en el International Journalism Festival de Perugia, que se realizó del 6 al 10 de abril de 2022, y tuvo como protagonistas a Charlie Beckett, director del think tank Polis, de la London School of Economics; Emily Bell, directora del Tow Centre for Digital Journalism, de la Universidad de Columbia; Lars Boering, director del European Journalism Centre; y a Mathew Ingram, jefe de redacción digital del Columbia Journalism Review.

La forma en la que se financia siempre fue un tema controvertido, si no tabú, para la industria periodística. Pero desde la irrupción de Internet y el boom de las redes sociales que potenció el periodismo digital, este debate tomó mayor relevancia en todo el mundo.

Especialmente a la hora de defender la independencia del oficio periodístico, hay una nueva pregunta que retumba en las redacciones (o debería): ¿Qué riesgos conlleva esta financiación cuando se trata de gigantes de las tecnologías como Google y Facebook? Pero antes, hay una pregunta específica para las organizaciones de periodistas, empresas periodísticas y la academia y los think tanks del ecosistema ¿Cuánto dinero están recibiendo de Google y Facebook para programas de ayuda y asistencia a la transformación digital de los medios?

Como dijo Ingram, moderador de esta “mesa de ilustres periodistas”, la pregunta es muy simple pero no así la respuesta. Al abrir la discusión, Boering comentó que desde el centro que él dirige tienen un “partnership con Google News Initiative” (y que previamente lo tuvo con Facebook). En ese acuerdo, dijo, reciben 450.000 dólares por parte de la empresa estadounidense, aunque no de forma directa sino a partir de programas que desarrollan junto con medios de Europa. En ese acuerdo se enmarcan, por ejemplo, las becas o pasantías remuneradas para los estudiantes que hacen sus primeros pasos en las redacciones de diarios como Le Monde o La Repubblica.

“Creemos que es importante que esa paga esté allí porque genera posiciones más equitativas y la innovación viene de los más nuevos”, dijo Boering al defender la financiación de Google a los programas de capacitación para periodistas que ellos desarrollan desde el European Journalism Centre.

Charlie Beckett, por su parte, contó que un acuerdo de Polis, think tank de London School of Economics, con Google le permitió financiar un proyecto “durante cuatro años” y, según detalló, “es un proyecto que se dedica por completo a capacitar a los periodistas para que aprovechen al máximo este conjunto de tecnologías (inteligencia artificial) para promover su misión editorial”.

Quien sí se mostró crítica de recibir cualquier financiamiento de empresas como Google o Meta fue Emily Bell. Al hablar de cómo manejan fondos de estas empresas, la directora del Tow Center for Digital Journalism, fue contundente al señalar que ellos no aceptan “ningún centavo” y dijo: “Puedo darte un gran número redondo que es cero. No podemos hacer nuestro trabajo si recibimos dinero de las plataformas”.

“Una de las vías de investigación es esa relación entre las plataformas y los editores. Simplemente no creo que sea posible. No puedes hacer una investigación honesta si tomas dinero de las personas que en realidad estabas investigando, lo que nos deja en una gran desventaja con respecto a otras personas en nuestro campo porque son patrocinadores bastante generosos”, aseguró Bell.

“Gran parte de la investigación [sobre la transformación] periodística está financiada por Google y Facebook”, insistió al comparar a estas compañías con organizaciones como la CIA. “Google y Meta tienen relaciones muy estrechas con gobiernos de todo el mundo que recopilan datos de vigilancia. No son transparentes en la forma en que usan esos datos o al detallar sus relaciones con los gobiernos”, disparó al reforzar su postura crítica sobre el origen y la dependencia que pueden generar esos fondos para los medios.

Al respecto, Boering señaló que en lo personal se siente “cómodo” con formar parte de una organización como el European Journalism Centre ya que “actúa como un cortafuego entre las empresas y el público”.

“Ellos (Google y Meta) tienen dinero y recursos y nosotros tenemos proyectos que necesitan ser desarrollados y financiados. Nuestro principal objetivo es que ellos no intervienen en el proceso que nosotros llevaremos adelante. Por mucho tiempo el periodismo ha vivido lujosamente gracias a la publicidad y se han realizado anuncios de cigarrillos, bebidas alcohólicas, marcas de autos, todo lo que hemos descubierto ahora o nos mata a nosotros o al planeta. Nunca les preguntamos a estos sectores si se preocupan por el periodismo”, reflexionó.

¿Meta y Google se preocupan por el periodismo? Para Lars Boering “sí, se preocupan” y en ese sentido opinó que “las inversiones que hacen en la industria periodística, no sólo en Europa sino en todo el mundo, están bien intencionadas”. “Todas esas iniciativas impactan positivamente en la industria”, insistió.

Beckett, en la misma línea que su colega, señaló que “el mundo se está volviendo un algoritmo, y esa es la realidad del mundo en el que vivimos, y la industria periodística es pequeña comparada con otras. Estamos en desventaja con respecto al uso de esta tecnología que no ha sido diseñada para nosotros sino para bancos. Google News Initiative es asombrosa cuando se enfoca en nuestra industria y el periodismo es realmente relevante para ellos”, agregó.

De izquierda a derecha, Ingram, Lars, Bell y Beckett durante el panel del International Journalism Festival, Peruggia

Dirigido por Emily Bell desde su fundación en 2010, el Tow Center for Digital Journalism, un instituto de la Escuela de Graduados de Periodismo de la Universidad de Columbia, se enfoca en estudiar las tendencias económicas de la industria del periodismo digital, sus cambios culturales y su relación con el mundo tecnológico. Como periodista Bell trabajó en The Guardian y The Observer, e integró el directorio de Scott Trust, propietaria de Guardia Media Group.

Polis es el think tank sobre medios del Departamento de Medios y Comunicaciones de la LSE y dirigido a periodistas y estudiantes para examinar y debatir sobre los medios y su impacto en la sociedad. Beckett, su director, fue editor de programas en Channel 4 News de ITN, productor senior y editor de programas en BBC News.

European Centre of Journalism es un instituto independiente sin fines de lucro que tiene sede en Maastricht, Países Bajos. Su objetivo es brindar formación a periodistas y profesionales de medios y también actúa como colaborador de empresas de medios, organizaciones profesionales, escuelas de periodismo y organismos gubernamentales en actividades y proyectos relacionados con aquella meta. Lars Boering, su director, es fotógrafo y curador especializado en cultura visual y periodismo. Fue director general del World Press Photo Foundation, y director general de la Asociación Holandesa de Fotógrafos.

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