En un acto de campaña, en el ex Palacio de Telecomunicaciones -actual CCK- y a dos días de haber ganado la primera ronda electoral, el ministro de Economía y candidato kirchnerista a la presidencia, Sergio Massa, anunció el resultado de la subasta de frecuencias para el despliegue de 5G, quinta generación de conectividad móvil (ya lanzada y con incipientes ofertas comerciales en los principales mercados de América Latina).
Un resultado cantadísimo: las tres grandes telco, Claro, Telecom y Movistar se quedaron con lo que habían ido a buscar tras pulir las diferencias planteadas originalmente al pliego presentado por el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), presidido por el histórico vocero de ministro-candidato, Claudio Ambrosini. “Las tres compañías compraron, tal cual veníamos trabajando con cada una”, se encargó de subrayar este último funcionario en diálogo con la prensa.
De los 300 Mhz de espectro en las bandas de 3300 a 3600 Mhz que se sometieron a subasta, se colocaron tres bloques, dos de 200 y uno de 50, mientras que los 50 Mhz restantes fueron declarados desiertos. En los papeles, el precio base había sido de 350 millones de dólares (pagaderos en pesos argentinos a la cotización oficial o ingresables desde el exterior a una cotización especial cercana al contado con liquidación).
-Lote 1 – 100 MHz (Banda 3300-3400): Claro, que ofertó US$ 350.052.000 (52.000 dólares por encima de la base)
-Lote 2 – 100 Mhz (Banda 3400-3500): Telecom, que ofertó US$ 350.026.000 (26.000 dólares por encima de la base)
-Lote 3B – 50 Mhz (Banda 3550-3600): Telefónica, que ofertó US$ 175.013.000 (13.000 dólares por encima de la mitad del precio base establecido para el bloque entero)
No hay aún un destino claro para los 50 megas declarados desiertos hoy, pero siempre está latente la posibilidad de una telco estatal, que ya fue anunciada en los anteriores gobiernos kirchneristas y sugerida en el actual por el posible ingreso de Arsat al mercado minorista (algo, en principio, descartado en las aclaraciones a los pliegos, donde sí se prevé que la firma estatal destine esas frecuencias para que pymes puedan dar Internet Fija inalámbrica mediante 5G o FWA).
Aunque el gobierno logró que se publique una recaudación de US$ 875.091.000, como han explicado reiteradamente los especialistas, dadas las condiciones de pago -y la brecha entre dólar oficial y dólares financieros-, ese monto, en divisas, se reducirá a menos de la mitad, unos US$ 374 millones (según la cuenta del analista Enrique Carrier). Aún siguiendo el juego del dólar dibujado, el gobierno recaudó menos que lo esperado (US$ 1050 millones) por los 50 Mhz que no logró colocar.
Cuando se hagan las comparaciones, y se tome el valor real -no el publicado en los títulos de la mayoría de los medios hoy- probablemente se determine un costo por mega mucho más barato que en el resto de la región, algo que no deja de estar en sintonía con las actuales condiciones macroeconómicas del país, que hacen prácticamente imposible un despliegue rápido de la nueva tecnología. Macroeconomía que desde hace un año y tres meses gestiona el funcionario que hoy hizo el anuncio del resultado de la subasta.
Que la licitación se haya hecho antes de la definición electoral y de una esperada y previsible devaluación de la moneda nacional también implica, en la práctica, un descuento para las compañías, que congelaron el precio y se aseguran una materia prima vital para el futuro de sus negocios.
Las adjudicatarias podrán usar las frecuencias por un plazo de 20 años (cinco mandatos presidenciales) para dar 5G (tecnología a la que el gobierno argentino bautizó con la sigla Stefi para crear un marco jurídico nuevo y evitar las restricciones de 2G, 3G y 4G) y tendrán algunas obligaciones:
-Despliegue de estaciones en cinco etapas de hasta 84 meses, en localidades de hasta 30.000 habitantes. Es decir, si se comenzara el despliegue hoy mismo, llevará no menos de siete años llegar a cubrir a toda la población. En el caso del 4G -cuyo despliegue aún no se completó- hubo varias prórrogas.
-El establecimiento de un plan de servicio para los sectores de bajos ingresos cuando más de la mitad de los usuarios tengan teléfonos compatibles con 5G (en las aclaraciones del pliego se aclaró que podrá ser tomado como plan social las ofertas económicas de menor valor).
Durante el acto del anuncio estuvieron presentes el vicepresidente del Enacom, Gustavo López (ex interventor del Comfer durante el estallido social de 2001); los directores kirchneristas, Gonzalo Quilodrán, María Florencia Pacheco (ambos representantes del Poder Ejecutivo) y Alejandro Gigena (por el bloque legislativo). En representación de las empresas -según difundió el propio Enacom-, estuvieron Alejandro Lastra, Pablo Armagni, Mariano Zernicki, Antonio Zaracho, Diego Albornoz y Cristian Fumaniri por Movistar; Trinidad Molina, Cecilia Verónica Solano, Mike Bachman, Tomás Mihura Gradin y Juan Pablo Tognetti, por Claro); y Pablo Casey, Gabriel Blasi y Hernán Colombo, por Telecom.
De lo que dijimos en Convercom.info tras la convocatoria a la licitación sólo tenemos que corregir la cifra recaudada, que es significativamente menor que la prevista incluso por los pesimistas.
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